El ministro del Interior,
Alfredo Pérez-Rubalcaba, venía advirtiendo estos días a ciertos interlocutores que el ‘inminente’ anuncio de tregua por parte de ETA –algo bien conocido por los servicios de información policiales y del CNI, y que ya había trascendido a los medios desde hace semanas—tiene todo el aspecto de ser una tregua-trampa. Ello explica la sordina y las cautelas con las que ha sido acogido el anuncio de la banda terrorista, en el que ni siquiera se habla de abandono de las armas.
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