|
|
|
| Castella saluda antes de salir a hombros. (Foto: Plaza1) |
Sebastián Castella ha vuelto. O sea que no sólo ha reaparecido, sino que, al menos en este su regreso a Las Ventas, mostrando las armas que lo encumbraron: valor a raudales, quietud asustante y, claro, buen toreo. Que son las mismas que mostró a un animal, el cuarto, de mucha codicia y recorrido que las exigía. El francés estuvo bien con él y transmitió a los tendidos, pero no era labor de dos orejas. No obstante, ese bicorne es el único que se salvó del naufragio de Jandilla/Vistahermosa: ora por invalidez (los tres primeros), ora por ausencia de esa casta que mostró 'Rociero', que así se llamaba el que se salvó de la quema. Con semejante catadura, Pablo Aguado quedó inédito, y Manzanares volvió a proclamarse el rey del toreo ventajista y del pico (de la muleta, claro).
| Morante se lució lanceando a la verónica a su segundo toro. (Foto: Plaza1) |
Con que poco, ¿o quizás mucho en estos tiempos posmodernos?, nos conformamos los aficionados, ojo, no confundir con espectadores. Con que Morante, ¡por fin!, destape el frasco de las esencias aunque sea en pequeñas dosis. Fue en el cuarto toro -por llamarlo de alguna manera sin insultar al pobre, que no tiene culpa de nada, como sus hermanos- y nos sacó del sopor de lo escasamente destacable acontecido hasta ese momento: una faenita de oficio de El Juli y un pegapasismo espeso y ventajista de Tomás Rufo. Porque el que debiera ser protagonista de la Fiesta, el toro, fue una sombra en el caso de Alcurrucén que, salvo el 3º, trajo bichos sin casta ni fuerza ni 'na' de 'na'. Podridos.
| Christian Parejo muletea a su segundo novillo. (Foto: Plaza1) |
Tarde decepcionante en general. Por un lado debido al poco juego de los novillos de Los Maños, de presentación desigual con algunos sin cara, mansos aunque con movilidad, complicados y exigentes. Y por otro, con ese habitual protagonismo del viento que impide el desarrollo normal de la lidia. Frente a todo ello, bregó la terna en busca de un triunfo imposible en estas circunstancias. Igual de decepcionante fue la entrada,inferior a la media plaza (aunque, según la empresa asisiteron ). Para más 'inri', cuando se acercaba la hora del partido del Real Madrid en Manchester se marchó mucha gente.
| Fonseca inició su faena al último toro con este pase cambiado de rodillas. (Foto: Plaza1) |
Había expectación por el primer compromiso en Las Ventas como matador de toros de Isaac Fonseca, la gran esperanza mexicana -más bien auténtica realidad-, que ya arreó en España de novillero y lo sigue haciendo en su nueva categoría. Pero sus ansias de triunfo se frustraron con el nulo juego de sus dos bicornes: el primero, del hierro de José Vázquez, que completó el encierro titular de El Parralejo- descastado en grado máximo, y el otro, un inválido que hocicó la arena en varias ocasiones para desesperación del confirmante y sus muchos compatriotas en el graderío. Perera hizo una de sus faenas ventajistas con algunos buenos momentos, y un Téllez muy lejos del triunfador del ciclo de 2022 tampoco contó con material para el éxito..
| Pase en redondo de Gómez del Pilar a 'Cartelero', al que cortó una oreja. (Foto: Plaza1) |
La frase del titular podía haberla firmado Perogrullo, un personaje que no existió, como paradójicamente en lo que llevamos de Feria y exagerando mínimamente, tampoco han existido toros/toros ni -orejas facilongas aparte- toreros/toreros. Y en esto llegaron los bicornes de Escolar anunciados con una terna especializada, muy a su pesar, en corridas duras. Con el resultado de que sí que se juntaron los protagonistas de la fiesta, los toros, claro, y sus antagonistas, los coletudos, claro. Porque el veterano ganadero envío un encierro cinqueño largo, de irreprochable trapío, variado en su juego, que iban de lejos a los caballos aunque allí no se empleaban a fondo, demostrando la listeza de su origen Albaserrada y vendiendo cara su vida; y con uno excelente, 'Cuartelero' -lidiado en tercer lugar-. A ellos se enfrentaron con valor a raudales, técnica y buen toreo López Chaves, Fernando Robleño y Gómez del Pilar, que cortó una oreja importante a ese tercero.
| Uno de los naturales de Ginés Marín al sexto toro del que cortó una oreja, |
Nunca es tarde si la dicha del trofeo es buena o medio buena. Lo que aconteció en la cuarta del ciclo isidril, ya que tras una primera parte insulsa y de electroencefalograma plano, más por culpa de los blandísimos y nobilísimos bicornes con los que era imposible emocionar, que de sus matadores. Después el festejo se vino un poco arriba en cuanto a premios. Porque los bureles lidiados en cuarto y sexto lugar, sin ser una maravilla de fuerza si poseían en medianas dosis el don de la codicia. Frente a ellos, el indiscutible mandamás del toreo a caballo, Diego Ventura, y uno de los pocos coletudos jóvenes que intentan el buen toreo, Ginés Marín, supieron aprovecharlos para cortar sendas orejas. Nada pudo aprovechar Paco Ureña con el peor lote.
Advertencia genérica: la crónica taurina propiamente dicha de todas las corridas las firma mi amigo Emilio Martínez. Emilio, me invita al análisis, consecuencias, contrastes, observaciones, matices, etc., relacionados con las causalidades y casualidades derivadas de lo que ocurra en las cercanías, gradas, ruedo, en...
| Pase de pecho de Daniel Luque en la faena a su primer toro (Foto: Plaza1) |
Ya se sabe que Felipe II no envió a sus barcos a luchar contra los elementos. Pues una especie de remedo aconteció en Las Ventas durante la gélida tarde. Ya que si con un aire casi huracanado era difícil torear como mandan los cánones, o de cualquier forma, con los bureles de Juan Pedro Domecq, ayunos de bravura y casta, todo se convertía en misión imposible. De modo que poco pudo brillar una terna ilusionante con dos triunfadores en este coso la campaña anterior, Ángel Téllez y Francisco de Manuel -que tampoco pusieron mucho de su parte-, y un coletudo de corte artístico que atraviesa su mejor momento, Daniel Luque, autor de lo poco destacable.
| Emilio de Justo pasea las dos orejas que cortó a su segundo toro (Foto: Plaza1) |
Esta es la crónica de un triunfalismo anunciado y temido por la minoritaria afición verdadera y parte de la crítica. Después de Sevilla le tocaba el turno a Madrid para que las plazas más importantes del orbe táurico satisfagan a los mayoritarios espectadores, que sólo buscan que se corten muchos trofeos. Para ellos el fin justifica los medios para amortizar los carísimos precios de ambos cosos, en Las Ventas desde este año. De este triunfalismo se beneficiaron un Emilio de Justo que salió a hombros, un Tomás Rufo que echó un trofeo en su esportón y una divisa de Garcigrande cuyo quinto bicorne de escaso trapío como todos fue premiado con vuelta al ruedo. También hizo el paseíllo un Morante apático que no arriesgó un alamar.
| Natural de Álvaro Alarcón al toro de su doctorado (Foto: Plaza1) |
Ya empezamos. Sí, el ciclo isidril comienza cumpliendo los tópicos más negativos. El de corrida de expectación, con dos figuras como El Juli y Roca Rey en su cartel, corrida de decepción. El de esas faenas ramplonas y ventajistas de los mandamases del escalafón, sobre todo en este festejo el peruano, con las que cortan 'tropecientasmil orejas' en el resto de los cosos y en Madrid -todavía, que no es poco- no les sirven. Y el de las ganas de triunfo de un doctorando, Álvaro Alarcón, que le sitúan por encima de sus compañeros en el balance artístico de la tarde. Añadiendo que a la decepción se unió la esperada divisa santacolomeña de La Quinta con un encierro muy bajo de fuerza y casta que en ningún momento emocionó.
Lea todos los días la crítica del festejo
| (Foto: Chema Barroso / MDO) |
El examen anual a la tauromaquia del patrón de Madrid presenta 2 novedades en la edición de la Feria de San Isidro 2023. Poco habitual era que las figuras viniesen a dar la cara ante el toro de Madrid y ante la (cada vez más minoritaria) exigente afición venteña. Sin embargo este año se han apuntado todas, eso sí, con sus exigencias e impoisición de hierros comerciales, que hasta ahí podíamos llegar. Y nada habitual era que los precios de las entradas alcanzaran cifras prohibitivas e incluso abusivas. Porque, con la venia y autorización de la Comunidad -no olvidemos, propietaria del coso- se han duplicado e incluso triplicado con respecto a los de 2022.
| Tomás Rufo en el toro al que cortó una oreja. |
Tomás Rufo insufló aire nuevo y buen toreo en tarde de viento
Toros: Jandilla, en general flojos y la mayoría nobles, salvo el sexto rajado. El mejor fue el tercero. Entrada: casi lleno. El Juli: silencio y ovación con aviso. José María Manzanares: oreja, y silencio (con dos avisos) Tomás Rufo: 1 oreja (con aviso), y ovación. Cuadrillas: Fernando Sánchez con dos grandes pares en tercero y sexto toro. Se desmonteraron también Andrés Revuelta, Diego Vicente y Sergio Blasco. Incidencias: se guardó un minuto de silencio, en memoria del ganadero albaceteño fallecido el mismo día: Daniel Ruiz.
|
|
|
|
|