Lamentable y bochornoso el episodio de declaraciones altisonantes que se están dando lugar en el seno de la gran Unión Europea, la unión que todos deseábamos entre países europeos y que sin embargo, en situaciones clave como la de la expulsión de gitanos romaníes por parte de Francia, demuestra sus grandes divisiones y debilidades.
Ha sido impresionante como la comisaria de Justicia, Viviane Reding, se excedió, quizás, al no medir sus palabras a la hora de criticar a Sarkozy. Pero mucho menos han sido edificantes las declaraciones de vuelta del propio presidente galo, quien para responder a la luxemburguesa, ha utilizado a los gitanos como arma arrojadiza y como de si ganado o algo peor se tratara. Sarzkozy ha llegado a decir que si tanto le importan .png)
los gitanos a Reding, que los acoja en su país. Lo dicho: peor que a perros.
Así está tratando la ¿alta? política a este pueblo. No vamos aquí a cerrar los ojos ante un problema social de integración de este grupo étnico. Pero ni mucho menos podemos considerar correcto caer, primero, en la creencia de que no hay nada que hacer. Y, segundo, mucho menos, podemos respaldar que se les trate como una molestia para el progreso o la sociedad. Esto que dijo Reding de que recordaba a la Segunda Guerra Mundial, por mucho que molestara a algunos, tiene algo de verdad. Ahí está, no tan lejano, el caso del pueblo judío: expulsado y exterminado, ya sea en la Alemania nazi o en la Rusia soviética. Mal, muy mal, esta Unión Europea que se llena la boca con los Derechos Humanos y las libertades. Las estrellas de su bandera están hoy un poco más sucias.
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.jpg) Pablo M. Beleña
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