Las elecciones de Castilla y León en clave más nacional han tenido la participación electoral más baja de su historia. Según los datos de la Junta, el voto ha caído alrededor de 7 puntos en comparación a los comicios de 2019. En estas elecciones han votado el 63,4% de los habitantes llamados a las urnas.
Es el año con la participación más baja, llegando a superar a 2017, que hasta entonces era el año electoral en el que menos votantes acudieron a los colegios y se registró un 64,87%. De los 2,09 millones de personas que estaban llamadas a votar, lo han hecho finalmente menos del 70%.
Participación por provincias
La provincia que más participación ha tenido según los datos facilitados (información con el escrutinio al 99,2%) ha sido Valladolid, con una intención de voto que ha llegado al 67%. Después le siguen Soria, Palencia y Segovia con un 66% y un 65% respectivamente.
Después Ávila con un 63%, Burgos con el 62,8%, Salamanca con el 62,7% y Zamora con un 61%. En la última posición se ha quedado León, provincia con la intención de voto más baja al registrar un 60%.
La participación ha bajado en todas las provincias en comparación a los comicios de 2019, en los que también fue León la región con menos intención de voto, aunque en esas elecciones acudió el 68%.
Las provincias donde se ha registrado una mayor caída de la participación han sido en Ávila, Zamora y Segovia, que han perdido 13, 11 y 10 puntos cada una. Sin embargo, si hablamos de municipios, en 7 de ellos la participación ha sido del 100%, aunque se trata de localidades con menos de 30 habitantes.
Semanas antes ya se auguraba una menor participación, pues en algunos municipios no contaban con mesas propias y debían acudir a otros a votar. Además, Correos advirtió que había recibido un 40% menos de solicitudes que en las anteriores.