No obstante, Trump no fue el presidente que menor cantidad de personas consiguió congregar durante su proclamación.
La toma de posesión de Trump y el desfile posterior al almuerzo en el Capitolio fue seguido en las calles de Washington por entre 700.000 y 900.000 personas, según las últimas estimaciones.
Cifras que quedan lejos de la histórica investidura en el año 2009 del primer Barak Obama al que fueron a ver entre 1,5 y 2 millones de personas.Otra de las tomas de posesión más masivas fue la de Lyndon Johnson en 1965 tras el asesinato de John F. Kennedy. Se calculó que participaron 1,2 millones de asistentes en el acto.
En el otro extremo, George W. Bush que sólo consiguió arrastrar a unos 300.000 seguidores.