Gómez considera que, después de dar su palabra de que se presentará a unas primarias y de retar públicamente a quienes aseguran que es un hombre cuestionado, ya carece de todo sentido mantener el enfrentamiento a campo abierto con la dirección federal. Por ello, y según informan fuentes próximas al secretario general, ha pedido a su equipo que se abstenga de opinar o de responder a declaraciones como las realizadas por el propio
José Luis Rodríguez Zapatero sobre la cuestión.
Zapatero prendió la mecha este lunes postulando directamente a
Jaime Lissavetzky para el proyecto socialista en Madrid y alabando reiteradamente a
Trinidad Jiménez. A pesar de ello, la orden se ha mantenido tajante: ni una declaración oficial o extraoficial sobre posibles
candidaturas alternativas a la Presidencia y la Alcaldía de Madrid. En la misma, los portavoces del PSM aseguraban este martes que no hay nada que comentar al respecto y que Tomás Gómez "sigue trabajando por los madrileños" como hasta ahora. El próximo objetivo, explicaban las mismas fuentes, es la campaña que el PSM emprenderá en el mes de agosto y que le llevará por los municipios de la región con el lema 'Tres años perdidos en la Comunidad de Madrid'. Con esta campaña, denunciarán las "promesas incumplidas" del Gobierno de Esperanza Aguirre y el resto de ayuntamientos populares.
Blanco, Pajín y el PP
Pero a pesar de las intenciones de
Tomás Gómez, la cuestión de su candidatura sigue siendo objeto de debate en Ferraz. Con la posibilidad de las primarias en Madrid sobre la mesa,
José Blanco -enfrentado con Gómez- declaraba este martes que comparte "totalmente" las palabras de Zapatero sobre elegir a "los mejores" para las candidaturas electorales. Con todo, subrayaba que Tomás Gómez ha hecho "un buen trabajo" en el PSM, que con él "ha ganado en cohesión". La secretaria de Organización socialista y principal defensora de Gómez,
Leire Pajín, admitía que si hay más de un candidato, el proceso está claro (primarias), pero pidió no caer en "especulaciones".
Desde la barrera, el secretario general del PP de Madrid,
Francisco Granados, aludía ante un posible cambio de caras entre sus rivales políticos que el PSM sufre una "crisis de liderazgo" y que sólo recuerda a la 'candidatable'
Trinidad Jiménez por su 'chupa' de cuero y por su "muy escaso éxito" en las municipales de 2003. El portavoz popular en la Asamblea,
David Pérez, apuntó que la hoy ministra de Sanidad es "una comisaria" de la "discriminación" que Zapatero ejerce contra Madrid.
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