Las fuentes del rotativo no revelaron el contenido de las llamadas ni los agentes que las protagonizaron, tampoco de los asesores de Trump vinculados en el caso con la excepción de Paul Manafort, quien fue jefe de la campaña hasta que le salpicó el escándalo de financiación irregular en Ucrania. The New York Times puntualizó, sin embargo, que muchos de los colaboradores de Trump tienen negocios en Rusia y Ucrania y que es habitual que empresarios entren en contacto con agentes de la inteligencia que a veces trabajan de encubierto en esos países.
Además, no es el único escándalo que le rodea. Como contábamos ayer, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, el general Michael Flynn, dimitía tras desvelarse que había mentido al vicepresidente, Mike Pence, y a otros altos cargos de la Casa Blanca acerca de una conversación que había mantenido con el embajador ruso.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo ayer que el presidente Trump pidió la dimisión de Flynn porque había perdido la confianza en él tras las revelaciones sobre sus contactos con Rusia. Spicer explicó que Trump fue informado semanas atrás de que Flynn no había dicho la verdad sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, y, lo que "erosionó" su confianza en su asesor hasta el punto de que sintió que "tenía que hacer un cambio".
Entretanto, Rusia ha desplegado en secreto un nuevo sistema de misiles crucero, según publicó ayer The New York Times. El Gobierno estadounidense no hizo ninguna valoración de la noticia.
En otro orden de cosas, ABC informa que Trump invitó a Mariano Rajoy a que visite la Casa Blanca durante la conversación telefónica que mantuvieron el pasado martes.