Ya empezamos. Sí, el ciclo isidril comienza cumpliendo los tópicos más negativos. El de corrida de expectación, con dos figuras como El Juli y Roca Rey en su cartel, corrida de decepción. El de esas faenas ramplonas y ventajistas de los mandamases del escalafón, sobre todo en este festejo el peruano, con las que cortan 'tropecientasmil orejas' en el resto de los cosos y en Madrid -todavía, que no es poco- no les sirven. Y el de las ganas de triunfo de un doctorando, Álvaro Alarcón, que le sitúan por encima de sus compañeros en el balance artístico de la tarde. Añadiendo que a la decepción se unió la esperada divisa santacolomeña de La Quinta con un encierro muy bajo de fuerza y casta que en ningún momento emocionó.
Y es que el confirmante de alternativa llevó a cabo lo único que puede valorarse como mérito artístico. Aconteció en el animal que abrió plaza y Feria, flojote y noblote como el resto de sus hermanos, que al menos le permitió un esperanzador inicio con dos redondos desmayados y antes de apagarse dos series de naturales elegantes y profundos y otra de nuevo con la derecha y sin estoque.
Salvo un par de sabrosos doblones por bajo rodilla en tierra y el de la firma, el toledano ya no pudo refrendar con el que cerró el grisáceo festejo -al que banderilleó soberbiamente José Chacón jugándosela de verdad de verdad de la buena- ese buen sabor que había dejado con el de la ceremonia, pues el burel pronto empezó a defenderse.
Y somos generosos con lo de grisáceo, mayormente con 'el Rey' Roca, indiscutiblemente el más taquillero y mediático de los coletudos actuales. Porque el peruano, quien al menos es sinónimo de valor y espectáculo a su manera, rubricó en la cátedra venteña la peor actuación de su carrera. Espeso, vulgar y acelerado, sin un capotazo digno de mención -en lo que igualó a El Juli- anduvo por allá y por acullá largando trapazos de coso de talanqueras a sus dos manejables y bondadosos enemigos, en mayor media el tercero con embestidas de calidad, ante el desinterés casi generalizado de los tendidos.
Tampoco El Juli -sin brillo ninguno con el capote- estuvo para lanzar cohetes, pero decepcionó menos. Porque echó algo de fácil o facilongo oficio con el nobilísimo primero suyo al que le sacó algunos redondos de mano baja, un largo cambio de mano y pare usted de contar. Ni eso pudo hacer con el otro, andarín y pegajoso, que le desarmó al recibirlo con el percal, por lo que tras vamos intentos sin mucha convicción abrevió. Lo dicho/escrito al principio. Ya empezamos.
FICHA
Toros de LA QUINTA, justos de presencia -con 2º y 5º más terciados-, flojos, nobles y cumplidores en la suerte de varas; descastados excepto el codicioso 3º. EL JULI: ovación; silencio. ROCA REY: silencio; silencio. ÁLVARO ALARCÓN, que tomaba alternativa: ovación; silencio tras aviso. Se desmonteraron para saludar José Chacón y Vicente Herrera en el 6º toro. Plaza de Las Ventas, 10 de mayo, 1ª de Feria. Lleno de 'no hay billetes' con 22.964 espectadores, según la empresa.