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Roca Rey arrasó rozando la Puerta Grande
| Roca Rey lancea a su primer enemigo (Foto: Alberto de Jesús) |
Urdiales apuntó detalles y Manzanares ofreció una faena entonada en el quinto
Tarde de expectación, y el primer lleno de la feria en tarde desapacible en extremo, con amenaza de lluvia y un viento huracanado, que perjudicó y puso en peligro a los diestros. Público festivalero y chillón, con ganas de diversión y deseoso de orejas.
| Pablo Aguado torea en redondo. (Foto: Alberto de Jesús) |
Pablo Aguado ha cortado este jueves la única oreja en la segunda corrida de toros de abono de la Feria de Fallas. Lo ha hecho ante Tratadista-35, el único cinqueño de Juan Pedro Domecq que ha embestido con una pizca de clase. El público ha sacado a saludar a los toreros antes del festejo por su compromiso para torear teniendo en cuenta las adversas circunstancias meteorológicas -lluvia y viento- y el embarrado ruedo.
| Luque pasea la única oreja que se cortó en un abirrido festejo (Foto: Litugo/Espacios Nautalia 360) |
Tras la novillada del sábado, tuvo lugar el primer “plato fuerte” de la Feria con los toros de Victorino Martín. Y la puesta de largo del coso valenciano, tras un parón de dos años. En el cartel una ganadería que habitualmente ofrece espectáculo, pero esta vez no fue así. Impecablemente presentados los toros, pero pura fachada: decepcionaron. Algunos endebles, generalmente nobles, y una alimaña (la res que únicamente recordó el hierro que portaba) el sexto.
| Plaza de toros de Colmenar Viejo |
Tras el obligado paréntesis que produjo la pandemia de la Covid 19 el pasado año, el Seminario de Tauromaquia de Colmenar Viejo vuelve a ofrecer a los aficionados tres sesiones en la que se expondrán y debatirán diversos temas relacionados con la Fiesta. Como siempre, este prestigioso foro taurino está dirigido por su fundador, el economista, sociólogo y exigente aficionado Miguel Ángel de Andrés.
| Sergio Serrano tras recoger el Premio Pedrés como triunfador de la temporada junto al ganadero Pedro Martínez Jareño. |
Más, mucho más que un torero. Porque cuando su carrera, hasta hace un par de temporadas llena de zancadillas y escasas oportunidades, empieza a despegar y a alcanzar el sitio que merece gracias a sus triunfos en la cátedra venteña frente a los victorinos el pasado mes de junio -con los que también obtuvo un clamoroso éxito en Albacete en su feria septembrina-, Sergio Serrano se ocupa y preocupa por el futuro de la Fiesta en cuanto a sus futuros espectadores. Como el hombre culto que es, el coletudo ha tenido la feliz idea de crear un concurso infantil de dibujo. Y olé.
| Marín es paseado a hombros por el ruedo antes de salir así por la Puerta Grande. (Foto: Muriel Feiner) |
Dos de los coletudos que se encuentran en el mejor momento de sus desiguales carreras, el veteranísimo mago Morante de la Puebla, que cortó una oreja a ley, y el joven Ginés Marín, que se llevó dos -la segunda quizás excesiva-, calaron hondo en los tendidos con su buen toreo. Ambos en el único de sus respectivos lotes que ofreció opciones suficientes en un encierro de Alcurrucén de irreprochable trapío y variado pelaje, pero vulgar y de escaso juego menos el sexto. Por su parte López Simón, que se libró milagrosamente de una cornada en su primero, se limitó a cumplir.
El Juli y Perera, vulgares ante un pésimo encierro de Santiago Domecq
| Daniel Luque da la vuelta al ruedo con la oreja que cortó al tercero de la tarde. (Foto: Plaza1) |
Lo peor no fue el tópico, que desgraciadamente se cumple tantas veces, de corrida de expectación, corrida de decepción, no. Lo peor es que, también por desgracia, la otrora exigente cátedra del toreo cada día es más blanda y jaleadora. Así, con escasas protestas por un encierro inválido y descastado, a excepción del tercero, y más propio del matadero que de un festejo, Luque echó en su esportón un trofeo de escaso fuste mientras que El Juli y Perera practicaron el (des)toreo actual: ventajista en grado máximo y vulgar en lo artístico, a pesar de los aplausos.
'Casero', lidiado en quinto lugar, fue un gran bicorne con bravura y casta
| Pase de pecho de Paco Ureña a su primer toro. (Foto: Plaza1) |
La cara y la cruz del toreo. Por supuesto, siempre respetando y admirando a los coletudos, si. Pero también exigiéndoles, claro. Más a las figuras superconsagradas, como Manzanares, al que correspondió ‘Casero’ un toro bravo de Victoriano del Río que le ofrecía las dos orejas y un triunfo clamoroso… si era bien toreado, por supuesto. Lo que el alicantino, eternamente ventajista, no llevó a cabo. Su imagen fue la contraria de Paco Ureña, quien como es habitual con la verdad por delante, emocionó en sus intentos casi siempre conseguidos de pureza en su primero. Un animal que fue la excepción positiva en un conjunto de Jandilla y Victoriano del Río desigual de presentación y casi parigual en flojera y descaste.
| Emilio de Justo en una ajustadísima chicuelina ante el toro con el que triunfó (Foto: Plaza1) |
Llevaba exactamente veintidós meses sin pisar las Ventas. Eso para a un aficionado, que en este caso también es periodista, supone un auténtico calvario. Y si a eso se añade que en mi ciudad, la Monumental permanece cerrada, desde que el T.C. dictó que se podían dar toros en ese recinto, el panorama es desolador. Por eso acudí con ilusión a Madrid “ para ver toros”, más allá de la calidad de unos carteles que componían la Feria de Otoño.
El coletudo sólo cortó una oreja al sobrero de Pallarés que pidió lidiar
| Antonio Ferrera saluda con los subalternos, Fernando Sánchez, José Chacón y Joao Ferreira tras banderillear al sobrero. (Foto: Plaza1) |
La difícil apuesta le salió mal. No de petardo gordo, pero sí muy lejos de lo que Antonio Ferrera pretendía al encerrarse en solitario en Las Ventas frente a seis toros de Adolfo. Fallaron los adolfos, deslucidos y flojos en general, sí; mas también el balear-extremeño, suficiente en su lidia pero muy espeso en ideas y en arte. Consciente quizás del fiasco, el coletudo pidió dos sobreros –el presidente sólo le permitió uno, según manda el reglamento- de Pallarés para cortar una oreja. Quienes sí triunfaron y escucharon las más sonoras ovaciones fueron un buen número de subalternos de plata y uno de oro.
Toreo artístico de Juan Ortega y oreja de escaso fuste para El Juli
| Emilio de Justo paseado a hombros por el ruedo de Las Ventas. (Foto: Muriel Feyner) |
Emilio de Justo volvió a subirse a la cumbre de la Fiesta descerrojando, por segunda vez consecutiva en esta temporada, la Puerta Grande de Las Ventas con una faena de mucha pasión y clasicismo, que caló tan hondo en los espectadores que le aclamaron con gritos de ‘Torero, torero’. Fue ante el único bicorne encastado, el quinto, al que desorejó, de una decepcionante corrida de Domingo Hernández y Garcigrande. En la que también lucieron los pellizcos artísticos de Juan Ortega en el de cierre y en la que El Juli cortó una oreja de escaso fuste al primero.
| Uno de los bellos trincherazos de Adame a su primer novillo. (Foto: Muriel Feyner) |
Incoloro, inodoro, insípido, plúmbeo y lo que ustedes quieran. Es el resumen de la segunda y última novillada del ciclo otoñal por culpal del deslucidísimo encierro de López Gibaja, uno de los peores que se han lidiado –perdón, que han salido al ruedo, porque la lidia es otra cosa- en Las Ventas en los últimos años. Ante semejante desafuero de casta, del que se salvó el tercero, sólo se pudo salvar Alejandro Adame precisamente con ese novillo apuntando detalles interesantes de buen toreo. Sin opciones quedaron sus compañeros de terna, y desgracia, Alejandro Fermín e Ignacio Olmos.
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