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| Un momento de la faena de Pablo Aguado a su primer enemigo. (Foto: Plaza1) |
Una de las máximas del periodismo es que la repetición de los hechos lleva a no considerarlos noticias. Por tanto que Juan Pedro Domecq pegue un petardo en Las Ventas no es novedad, lo auténticamente noticioso, incluso de portada, sería que apareciera una corrida con trapío, fuerza y casta; un suceso utópico, vamos. Porque este jueves lo que sufrimos fue una ‘juampedrada’ más -y van…-con responsabilidad también de Morante, que eligió esta divisa para luego inhibirse con sus piltrafas de toros y complicidad del equipo veterinario por aprobarla. ¿Quiénes fueron los perjudicados? Es fácil: los que, con mayores o menores arcanos de tauromaquia, pasaron por taquilla.
| Ajustada bernadina de Roca Rey a su segundo toro (Foto: Plaza1) |
Ya se sabe que la alegría dura poco en la casa del pobre. Un aserto aplicable también habitualmente a los criadores de bravo. Pero, ya el colmo es que sólo hayan pasado dos días desde el éxito de Ricardo Gallardo en esta misma plaza con el juego que ofrecieron sus novillos al fracaso del encierro de este miércoles con sus toros. Ea, así de ingrata es a veces la tauromaquia, porque los descastados ‘fuenteymbros’, rebrincados y derrotones y reservones, de magnífica presencia, eso sí, se cargaron el espectáculo que podía aguadarse con la terna de Urdiales, Roca Rey –que se inventó una jaleadísima faenita de su línea, mucho valor y poco toreo fundamental, en su segundo.
Una crónica de Miguel Ángel de Andrés Santos
| Álvaro Alarcón es paseado a hombros, camino de la Puerta Grande, con las dos orejas que cortó al último novillo (Foto: Plaza1) |
La conformación del abono isidril en el que se incluye como festejos obligados para los abonados las novilladas programadas, deja la incógnita de si es cierto el interés de la afición por los nuevos valores, pues aunque se están dado buenas entradas, nos queda la duda que sea por un creciente interés por este tipo de festejos. Al margen de esto, la buena afición sabe y es consciente de lo necesario que es para la Fiesta su presencia en este tipo de festejo, y también en las novilladas sin caballos, para arropar, que nunca engañar con actitudes proteccionistas, a los que con grandes dificultades se quieren abrir camino en esta bella faceta de la tauromaquia. De los tres novilleros, los dos últimos hacían su presentación en Las Ventas;y con más o menos aciertos y con más o menos errores dejaron constancia de sus ganas y predisposición ante una buena novillada del hierro de Fuente Ymbro, destacando Álvaro Alarcón, que cortó tres orejas y abrió la soñada Puerta Grande.
| Leo Valadez da la vuelta al ruedo con la oreja que cortó a su segundo toro y la bandera mexicana (Foto: Plaza1) |
Era una de las combinaciones menos atractivas a priori del ciclo, mayormente por la presencia de dos coletudos de nula condición artística y con muchos, quizás demasiados, paseíllos en Madrid y escasísimos éxitos: El Fandi y Manuel Escribano. Ambos confirmaron su nulo cartel, con sendos toros de triunfo que desaprovecharon. Junto a ellos estaba la incógnita de otra confirmación, la de Leo Valadez y su doctorado. Y el mexicano la despejó favorablemente con una interesante y valiente actuación, al margen de la oreja de regalo que cortó. Todo en un encierro de Torrealta pésimamente presentado que hubo de remendarse con dos de mejor trapío y juego del todopoderoso Matilla con su divisa de García Jiménez.
| Tomás Rufo, paseado a hombros por el ruedo antes de sacarlo por la Puerta Grande (Foto: Muriel Feiner) |
El mercado de saldos orejeros en que se ha convertido también Madrid, como Sevilla y Valencia entre los cosos de ¿máxima? categoría, se mostró una vez más este San Isidro, ahora con la primera apertura de la Puerta Grande. La descerrajó el confirmante Tomás Rufo, en una tarde muy completa y prometedora, pero no para alcanzar tal privilegio. Con un encierro colaborador y de digna presencia aunque flojo, con el qus casi se simuló el segundo puyazo, de la tan querida por las figuras divisa de Garcigrande, El Juli y Talavante marraron a espadas sus segundas buenas faenas, lo que en el caso de Julián López sirvió para que el usía fuera abroncado mayoritariamente por los indoctos y aplaudido minoritariamente por el resto.
| Roca Rey al inicio de su faena al último de la tarde. (Foto: Plaza1) |
Con ellos llegó el desastre y desapareció el toro. Pongamos que se habla/escribe, relativamente, de dos figuras como Manzanares y Roca Rey y de la divisa, tan del gusto de estos y otros mandamases del escalafón, de Victoriano del Rio. Ganadero y coletudos son de forma parigual responsables del petardazo. Eso sí, con la complicidad del equipo veterinario por aprobar semejante encierro de bochornosa presentación, una especie de burras con cuernos, porque, además estaban cercanos a la invalidez y no reunían entre los seis ni un mililitro de sangre brava.
| Uno de los redondos de manos muy bajas que José Garrido logró con su primero. (Foto: Plaza1) |
Es una ecuación táurica que ni tuvo ni tiene ni tendrá solución. Sí, el sumatorio de un conjunto de moruchos sin un mililitro de sangre brava y un viento desatado que complica el manejo de los trastos. Cual aconteció este martes sobre el ruedo venteño, donde por estas dos negativas circunstancias se estrellaron los ánimo de triunfo de la terna ante la infumable corrida de Valdefresno, posiblemente la peor de su larga historia de presencias en la cátedra. Ante ambos desafueros, destacó, por escribir algo, cierta la solidez de Daniel Luque y la disposición, con algunos detalles artísticos de José Garrido, mientas el toricantano Juanito pasó con pena que gloria.
| Gesto de Paco Ureña al concluir, entre la lluvia y almohadillas, la faena premiada con oreja a su quinto toro, (Foto: Plaza1) |
El dios de la lluvia se apiadó de Paco Ureña, cuya encerrona en solitario se despeñaba, muy a su pesar, hacia el fracaso estadístico y torero. Le echó un capote y en medio de un tormentón -también de viento- cambió de forma rotunda el contradiós.Hasta un sobrero mansote y noblote, como todos los lidiados, de Conde de Mayalde cambió su comportamiento y comenzó a embestir a la flámula empapada del lorquino. Lo que hizo que desde los tendidos se valorase más su esfuerzo, y, claro, buen toreo. Llegó el estallido colectivo, y ante el éxtasis, Ureña nos ofreció varias cortas series mayormente en redondo que eran esencia de canela y terciopelo. Se creció y hasta se desplantó de hinojos ante ‘Hortelano’, al que fulminó del único buen espadazo de toda la función, lo que le valió para cortar el trofeo.
Una crónica de Miguel Ángel de Andrés Santos
| Joselito Adame muletea a su primer toro. (Foto: Plaza1) |
Habían pasado treinta minutos desde que se rompiera el paseíllo y se estaba lidiando el primero de la tarde, eso condicionó, al menos en cuanto a duración, el desarrollo de la décima del abono isidril. En la que dos toreros de cotización modesta dejaron sus cartas pidiiendo nuevos paseíllos aquí y en itras plazas. Porque Ángel Téllez dejó constancia de su clase en el toreo con la izquierda, y el mexicano Joselito Adame do una gran lección de valor. No pudo brillar Pepe Moral. Todos ante un desigual encierro de Artaúz de Robles.
| Momento de la cornada del tercer toro a Ginés Marín en la pierna derecha del coletudo. (Foto: Plaza1) |
San Isidro no se portó nada bien con la fiesta en su tradicional fecha del 15 de mayo. Porque precisamente en este su día, el patrón madrileño ‘permitió’ que llegara el primer percance de gravedad en lo que va de feria que afectó a Ginés Marín al inicio de su faena al tercero de la tarde. El asta candente del burel penetró en la pierna derecha del coletudo con dos amplias trayectorias. Mejor le fue a sus compañeros de terna, Curro Díaz y Álvaro Lorenzo, que cortaron sendas orejas de no mucho fuste en un festejo en el que el encierro de El Parralejo fue muy desigual en presentación y juego.
Crónica de Miguel Ángel de Andrés Santos
| El mexicano Isaac Fonseca saluda al público al dar la vuelta al ruedo tras la muerte de su segundo novillo. (Foto: Plaza1) |
La tarde parecía abocada al desengaño pues los novillos, con buena lámina, del Conde de Mayalde despeñaban sus carnes en la arena venteña, su flojedad les inhabilitaba para la lidia e irritaba a gran parte del respetable; pero afortunadamente las cosas fueron transformándose y en la segunda parte el rumbo de la novillada dio un giro que se deseaba y esperaba.
Este jueves 19, a las 12.30, en la Sala Antonio Bienvenida del coso
Dos grandes/grandes de la crítica taurina, amén de excelentes escritores, serán protagonistas este jueves en Las Ventas, dentro de los eventos tculturales de la Feria de San Isidro, de un emotivo acto organizado por el Foro Universitario Mazzantini. El fallecido Joaquín Vidal, del que se cumpen dos décadas de su desaparición, y el polifacético Javier Villán, que recibirá personalmente el XV Premio de Tauromaquia que otorga este prestigioso grupo. Será a partir de las 12.30 de la mañana en la Sala Antonio Bienvenida.
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