Juan Jiménez Estepa (Los hombres tristes, La medida exacta del universo, Los años elásticos, Cuando sea mayor…) presenta en la Sala Nave 73 ‘Whitehorse, Canadá’, una pieza escrita y dirigida por él mismo en la que aborda de forma intimista, poética y ensoñadora el íntimo deseo de cambiar radicalmente de vida que anida en el alma de algunas personas, una decisión mucho más difícil de llevar a cabo de lo que parece porque, como decía Ortega y Gasset, uno es uno, pero también su circunstancia.
Alonso, habitado por un convincente Carlos Algaba, es un profesor que ronda los 40 y, después de más de diez años de experiencia, de la noche a la mañana y sin pedir siquiera la excedencia, comunica a la directora que está irrevocablemente decidido a cambiar de vida y abandonar su puesto de trabajo mañana mismo, sin esperar siquiera a terminar el curso.
Lo mismo sueña que le dice a su madre, muerta hace ya algún tiempo; a su hermana, a una amiga (Eva García-Vacas, Teresa Mencía y Elisa Berriozábal), y a un joven periodista, Jaime (Patrick Martino), que acaba de conocer y del cual -aunque no quiera confesárselo a sí mismo-, ha empezado a enamorarse. Su intención es viajar a Toronto (Canadá), alquilar una autocaravana durante un mes y terminar por irse a vivir a Whitehorse, una pequeña población en la que estuvo su madre cuando era joven y que Alonso ha idealizado.
Las dificultades para romper radicalmente con el pasado (familia, amigos, lugares, historias personales…), son enormes, porque enormes son también los lazos afectivos que se crean en esa primera media vida que Alonso acumula en sus espaldas. Su hermana, madre soltera, tiene dos hijos de dos padres diferentes y Alonso es la principal referencia de su sobrino (8 años); su madre fue una mujer libre y hedonista (“hay que trabajar lo menos posible para vivir lo más posible…”), y su aparente desapego escondía un amor materno irrenunciable por sus dos hijos; su mejor amiga tiene también una niña y, sobre todo, un perro (Osman) al que Alonso adora por encima de todo; y, por último, Jaime, periodista, ha entrado en su vida suave pero inexorablemente, y le está haciendo dudar de la firmeza de su decisión.
Carlos Algaba, Elisa Berriozábal, Eva García-Vacas, Teresa Mencía y Patrick Martino componen un elenco muy cohesionado y sus interpretaciones son espléndidas: humanas, cercanas, más que creíbles. La acertadísima elección de la música (baladas intimistas, llenas de nostalgia, que comienzan y terminan con La ciudad sin ti, de Mina), y la magnífica iluminación de Abel García Sánchez (cálida, reconcentrada, emotiva, incendiada de amor), ayudan enormemente a que el actor se meta en escena (como dicen los franceses), y pueda encajar como un guante en las situaciones planteadas por el dramaturgo y director del montaje. Evocadora también la escenografía (varios troncos diseminados por el escenario, que trasladan al espectador al paisaje canadiense, de clima frío y poblado de bosques), y el vestuario de corte actual firmado también por la compañía, Teatro Cinco.
Jiménez Estepa ha encontrado su espacio y su lenguaje y, ya con cierto recorrido dramatúrgico, puede decirse de él que cuanto haga es garantía de honestidad, emoción, sutileza, humanidad, poesía, ensoñación y nostalgia. Al fin y al cabo, las personas estamos fabricadas con todos y cada uno de esos elementos, que manejamos con la inteligencia emocional que podemos, y Juan lo hace con soltura y efectividad. El montaje, desde luego, me ha parecido la mar de nostálgico por el futuro (por paradójica que parezca la afirmación). Muy interesante.
Ficha técnica de la obra ‘Whitehorse, Canadá’
Dramaturgia y Dirección de escena: Juan Jiménez Estepa
Elenco: Carlos Algaba, Elisa Berriozábal, Eva García-Vacas, Teresa Mencía y Patrick Martino.
Producción: Teatro Cinco y Eslinga Producciones
Diseño de iluminación: Abel García Sánchez
Técnica: Raquel Puche
Escenografía y Vestuario: Teatro Cinco
Diseño Gráfico y Fotografía: Daniel Oliva
Una obra de la compañía Teatro Cinco
Sala Nave 73, Madrid