No sé por qué, pero los grandes trileros y estafadores, aquellos que engañan a los más listos, los más guapos y los más ricos del lugar, tienen un poder de atracción inevitable sobre el común de los mortales. Para comprobarlo no hay más que acudir al Teatro Lara y disfrutar cualquier día de este verano con ‘Von Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel’, un montaje con dramaturgia de Alfonso Mendiguchía, dirigido por Natalia Hernández e interpretado por Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía, esa entrañable pareja que viene haciéndonos reflexionar primero y reír a renglón seguido desde hace ya casi tres lustros.
Mendiguchía es Víctor Lustig y Extremera es Kikí y una docena más de personajes que habita con la seguridad de quién enseña su casa, y les da vida con la velocidad del rayo. Los dos actores que compone la compañía Los Absurdos Teatro mantienen durante hora y media al público del Lara absolutamente embebido en la historia narrada e interpretada al mismo tiempo por este charlatán, estafador, falsificador, embaucador, seductor e ilusionista que un buen día, leyendo la prensa, se le ocurre la luminosa idea de no dar un palo al agua sencillamente cultivando la ambición de los demás, sus ganas de engañar a quién piensa que todo el que tiene enfrente es siempre mucho más tonto que uno, y alimentando el ego de sus interlocutores con una buena dosis de adulación. El resultado, aunque parezca mentira, es poder llegar a conseguir vender incluso la misma Torre Eiffel (y esto no es ficción, sino un hecho real), en esa turbulenta época de crisis económica, política y social que fueron los años 20 y 30 del siglo pasado.
Estupendos Patricia y Alfonso encarnando con el cinismo que se les supone a sus personajes, moviéndose con gracia por el escenario, y hasta cantando y bailando en un par de escenas, para que nada falte en esta comedia hilarante, ágil, lúcida, inteligente y divertida sin necesidad de recurrir a la trampa ni al cartón. Patricia se mete en la piel de una docena de personajes a la vista del público poniéndose o quitándose algunas prendas y adoptando gestos, posturas y voces que la hacen ganarse rápidamente al respetable, mientras que Alfonso (elegante, distinguido, seductor), contiene el gesto para ganar en convicción y confianza frente a sus numerosos interlocutores (banqueros, empresarios, poderosos y hasta mafiosos como el mismo Al Capone…), que sucumben ante el poder y la retórica de un hombre elegante y que, sin duda, es “de fiar”. Luego, claro está, tendrán que atenerse a las consecuencias.
Natalia Hernández, estupenda actriz devenida aquí en directora del montaje, mantiene un aire dinámico y optimista durante toda la función y consigue dotarla de un ritmo y un tempo trepidante, sin llegar en ningún momento a traspasar la línea de lo grotesco.
La escenografía del montaje la firman Natalia Hernández y Víctor Mones, la iluminación es de Víctor Mones y Suh-Güein, el elegante vestuario de Reme Gómez, la música original y el espacio sonoro de David Bueno y la coreografía de Ricardo Santana. Todos ellos dan la medida justa de su saber para que el montaje adquiera el tono y el aire desinhibido y canalla del que ha querido dotarle su directora.
La comedia que, como todos los trabajos de Los Absurdos, no está exenta de su toque social y político, es asequible para todo tipo de públicos (del nieto al abuelo), que pasarán un rato divertido, entretenido y siempre sorprendente de la mano de dos excelentes actores que suplen con oficio e imaginación las limitaciones que siempre llevan consigo las ajustadas producciones privadas que, sin embargo, en cuanto a resultados sobre el escenario nada tienen que envidiar a muchas otras públicas con infinitos más medios económicos para levantar sus trabajos escénicos. El resultado es un montaje honesto, divertido, inteligente, que no va a dejar a nadie insatisfecho y, en definitiva, muy interesante.
'Von Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel'
Dramaturgia: Alfonso Mendiguchía
Dirección: Natalia Hernández
Intérpretes: Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía
Diseño de iluminación: Víctor Mones y Suh-Güein
Diseño vestuario: Reme Gómez
Música original y espacio sonoro: David Bueno
Diseño de escenografía: Natalia Hernández y Víctor Mones
Coreografía: Ricardo Santana
Realización escenografía: Readest
Cartelería e identidad visual: Manolo Pavón
Vídeo y teaser: Javier Díez
Producción: Los Absurdos Teatro y Teatro Liceo Salamanca
Teatro Lara, Madrid
Hasta el 22 de julio de 2024