Estos días se conmemora el noveno aniversario de los atentados que, durante tres días y en Francia, mantuvieron en vilo a toda Europa. El primero de ellos y el desencadenante de los otros fue el que sufrió la revista satírica francesa Charlie Ebdo por publicar en su portada una viñeta alusiva a Mahoma. En muchos números anteriores lo habían sido también figuras y símbolos del cristianismo (comenzando por el propio Jesús), y del judaísmo. La revista había recibido ya cientos y cientos de amenaza con anterioridad. Su decisión de seguir ejerciendo la libertad de expresión, uno de los grandes valores de la civilización occidental, les costó la vida a varios colaboradores. A partir de ahí, tensión constante durante varios meses, búsqueda de los terroristas yihadistas, consternación no sólo en Francia sino en toda Europa, señalamiento a intelectuales occidentales del presente y del pasado (Voltaire, Fernando Arrabal, Michel Houellebecq…) posicionamiento de medios de comunicación y de partidos políticos y reacciones, miles, millones de reacciones en las redes sociales. Este último aspecto es el que han elegido los hermanos Bazo (QY Bazo), para revisar minuciosamente, elegir y ordenar parte de esas reacciones en torno a una dramaturgia, ‘Tres días sin Charlie’, que aún puede verse en dos funciones más en la madrileña Sala Nave 73.
El montaje lo dirige Julián Fuentes Reta, que también ha diseñado el sonido de la producción, y lo interpretan siete entusiastas jóvenes actores: Marina Arceiz, Rodrigo Domar, Andrea Buendía Cuesta, Pablo Castillo, Álex Clemente, Sofía Abio e Inés Alonso. Todos ellos despliegan una inmensa energía y pasión durante poco más de una hora de función en la que van apareciendo constantes referencias literales a opiniones e informaciones extraídas de las redes en los tres días siguientes a los atentados contra Charlie Ebdo.
A esa constante energía y dinamismo sobre el escenario contribuyen decisivamente también la iluminación de Ciru Cerdeiriña, la coreografía y el entrenamiento actoral de Elena Esparcia y los audiovisuales de Enrique Piñuel.
Efectivamente, el 7 de enero de 2015, los hermanos Cherif y Saïd Kouachi, que afirmaban formar parte de Al-Qaeda en la Península Arábiga (Aqpa), asesinaron a ocho miembros de la redacción de Charlie Hebdo, así como a un visitante, dos policías y un técnico. También hubo 11 heridos, cuatro de ellos graves. El atentado removió las estructuras políticas y sociales de Francia y de toda Europa que, a partir de ahí, hubo de plantearse los límites a la libertad de expresión y si la sociedad seguía dispuesta a asumir posibles nuevos atentados yihadistas como ese. La reacción fue unánime: “¡Je suis Charlie!”.
El juicio excepcional por esos ataques se abrió cinco años después de la comisión de esos atentados, el 2 de septiembre de 2020 en París y se cerró definitivamente en octubre de 2022. El Tribunal Especial de Primera Instancia de París condenó a penas de entre cuatro años y cadena perpetua a catorce personas declaradas culpables de ayudar a los autores de los atentados. Nueve años después, y afortunadamente, todo el espectro político europeo sigue asumiendo como propio aquel ¡Je suis Charlie!
‘Tres días sin Charlie’
Dramaturgia: QY Bazo (Los Bazo)
Dirección Y Espacio Sonoro: Julián Fuentes Reta
Reparto: Marina Arceiz, Rodrigo Domar, Andrea Buendía Cuesta, Pablo Castillo, Álex Clemente, Sofía Abio e Inés Alonso
Audiovisuales: Enrique Piñuel
Diseño De Iluminación: Ciru Cerdeiriña
Coreografía y Entrenamiento Actoral: Elena Esparcia
Sala Nave 73, Madrid
Próximas representaciones: 19 y 26 de enero de 2024