Teatro documental sobre nuestra más reciente historia, sobre guerras de las últimas décadas cuyas consecuencias han llegado hasta hoy, aliñado con literatura y periodismo, para conformar un brillante espectáculo en busca de la reflexión, la empatía y la emoción del público. He aquí, la enumeración sucinta de los ingredientes que conforman ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’, un montaje teatral, que puede verse estos días en el Teatro Valle-Inclán de Madrid y que es la continuación de Shock 1 (El Cóndor y el Puma), presentado hace ahora dos años en esta misma sala, y que fue reconocido con el Premio MAX 2020 a Mejor dirección para Andrés Lima.
Y es también Andrés Lima quién dirige este ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’, a partir de textos propios y de Albert Boronat, Juan Cavestany y Juan Mayorga, todos ellos inspirados esencialmente en el libro de Naomi Klein La doctrina del shock, aunque también, en esta segunda parte, en relatos de guerra de la periodista Olga Rodríguez y en los documentales de Alba Sotorra y Alberto Arce sobre Oriente Medio. Los dos espectáculos, Shock 1 y Shock 2, pueden disfrutarse también juntos durante los fines de semana hasta el próximo 13 de junio, en funciones dobles a las 12 h. y 16:30 h., mientras que Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’ se representa en solitario de martes a viernes.
Impactante es, desde luego, el comienzo de la propuesta con el discurso lanzado a bocajarro sobre los espectadores por Antonio Durán «Morris» adoptando el papel del politólogo alemán Carl Schmitt abordando de forma simple, frontal, equívoca y necesariamente abreviada, sus conceptos de justicia, legalidad, derecho positivo y derecho natural (una falacia moralista según el politólogo), para acabar concluyendo en la extrema fragilidad, cuando no impostura, de la democracia instalada en Occidente.
Y tras Antonio Durán “Morris”, desfilan por el Valle-Inclán un magnífico elenco compuesto por María Morales (emocionante, magistral, inolvidable su encarnación de Olga Rodríguez narrando la muerte de José Couso en la Guerra de Iraq), Juan Vinuesa (espléndidas, extraordinarias todas sus intervenciones), Alba Flores, Natalia Hernández, Paco Ochoa y Guillermo Toledo.
Los siete estupendos actores dan vida en ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’ a más de 40 personajes que han tenido un papel capital en el devenir de la historia más reciente. Entre otros, Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Bush padre e hijo, Juan Pablo II, Yeltsin, Deng Xiaoping, Tony Blair, José María Aznar y Ana Botella, Nelson Mandela, Rumsfeld, Cheney, Saddam, así como la materialización en escena de los pueblos estadounidense, iraquí, sirio o español.
Ambiciosísima empresa la que se aborda en este montaje que hace muy difícil, por no decir imposible, dejar de caer en el maniqueísmo simplificador de lo que acaba por convertirse en una historia de buenos buenísimos y malos malísimos.
Si Shock 1 (El Cóndor y el Puma), retrataba los planes de estado para Latinoamérica urdidos a principios de los años 60 del siglo pasado entre Nixon y Kissinger y la paulatina imposición del capitalismo neoliberal al resto del mundo, ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’ comienza en los años 80 con la revolución conservadora capitaneada por Reagan y Thatcher, sigue con la caída de los regímenes chino y soviético, y las guerras de Iraq y Siria como vía para la coronación del capitalismo como única fórmula de progreso económico, aunque sea a costa de miles de vidas humanas y del hambre para una buena parte de la población mundial.
La escenografía del montaje, obra de Beatriz San Juan –autora también del diseño de vestuario-, presenta una gran plataforma circular giratoria situada en el centro de la sala, a modo de gran ágora, rodeada de cuatro grandes pantallas y otras tantas gradas en donde el público se integra en la historia contada. La soberbia iluminación es obra de Pedro Yagüe; la música y el contundente espacio sonoro, de Jaume Manresa; el diseño de sonido, de Enrique Mingo; la videocreación, de Miquel Àngel Raió, y la imaginativa caracterización de Cécile Kretschmar.
Tres horas de hipnotizante espectáculo montado con la precisión de un reloj suizo, dividido en dos partes -hay un descanso de 15 minutos-, que brilla aún más en su segundo tramo, en donde el impacto emocional sube de tono con esa estremecedora canción árabe cantada a tres voces por Natalia Hernández, Alba Flores y María Morales, con el resto del elenco subido también a esa plataforma giratoria, una metáfora bellísima de que, a pesar de todo, el mundo sigue girando. Un montaje necesario e ineludible.
Shock 2(La Tormenta y la Guerra)
(basado en hechos reales y textos de Olga Rodríguez y Alba Sotorra)
Texto: Albert Boronat, Juan Cavestany, Andrés Lima y Juan Mayorga
Dramaturgia: Albert Boronat y Andrés Lima
Dirección: Andrés Lima
Reparto: Antonio Durán «Morris», Alba Flores, Natalia Hernández, María Morales, Paco Ochoa, Guillermo Toledo y Juan Vinuesa
Voces en off: Andrés Lima (Den Xiaoping y José Antonio Marcos), Alberto San Juan (Charlton Heston) y Olga Rodríguez
Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
Iluminación: Pedro Yagüe
Música y espacio sonoro: Jaume Manresa
Diseño de sonido: Enrique Mingo
Videocreación: Miquel Àngel Raió
Caracterización: Cécile Kretschmar
Ayudante de dirección: Laura Ortega
Ayudante de iluminación: Enrique Chueca
Ayudante de vestuario: Carlota Ricart y Remedios Gómez
Ayudante de videocreación: Arantxa Melero
Realizaciones: Maribel RH S.L. (realización vestuario), Mambo Decorados (realización mobiliario)
Fotografía: Laura Ortega, Bárbara Sánchez Palomero y Luz Soria
Tráiler: Bárbara Sánchez Palomero
Archivo sonoro: Olga Rodríguez, Departamento de Documentación de la Cadena SER © Sociedad Española de Radiodifusión, S.L.U.
Diseño Cartel: Equipo SOPA
Alumnado en prácticas: Olga Abolina, Jorge Mediero y Fran Weber
Coproducción: Centro Dramático Nacional y Check-in Producciones
Teatro Valle-Inclán, Madrid
Hasta el 13 de junio de 2021