No es, precisamente, un canto a la familia, al idealizado refugio del hogar paterno, lo que el británico y Nobel 2005 Harold Pinter (1930-2008), presenta en ‘Retorno al hogar’, dirigido aquí por el argentino Daniel Veronese. Por el contrario, el drama está atravesado por el escepticismo, la seguridad de que -como dijo el famoso-, “lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible”. Aunque habrá gira, por el momento y hasta principios de febrero puede verse en el Teatro Fernán Gómez.
En síntesis, la fábula de Pinter presenta a Max (Miguel Rellán), un padre viudo que vive con dos de sus hijos, ya adultos, (Kenny, Fran Perea y Joey, David Castillo), y Sam, un hermano de Max. La llegada inesperada al hogar familiar de un tercer hijo, el mayor (Teddy, Juan Carlos Vellido), y en apariencia el triunfador de la familia, con su joven y sensual esposa (Ruth, Silma López), desata una verdadera tempestad familiar en la que saldrán a flote todos los odios, los resquemores, las envidias, el desprecio, el egoísmo y la inmoralidad presentes en todos y cada uno de sus actos, de sus proyectos y pensamientos.
En ese ambiente opresivo y de tensión crecientes, la inclusión por parte de Veronese de risas enlatadas en varios momentos del montaje es una decisión que no acabamos de entender y, menos aún, de aplaudir. Corta el ambiente tenso generado en la función y no aportan nada ni a la comprensión del drama, ni a su mejor desarrollo. Es la segunda vez que en estas últimas semanas hemos visto acudir a un director a este recurso, más propio de las series de televisión, pero igualmente prescindible, que ruego a Dios que no se generalice también en el teatro si es que directores y compañías no quieren perder buena parte del público habitual.
La inquietante luz es de Ion Aníbal López, el vestuario y la escenografía (un salón familiar funcionalmente amueblado, con puertas a la calle, a una cocina y a las habitaciones…), los firma Lua Quiroga, y el movimiento de actores es obra de Carla Diego.
En las casi dos horas de función hay espacio para sacar a flote la peor cara del ser humano, cuya hipocresía ni siquiera abandona en familia. La irrupción de Ruth va a cambiar el panorama y, de pronto, en espontánea asociación, a la que ni siquiera se opone Teddy, el teórico marido de la mujer, los cinco varones del clan ven una luz en su futuro inmediato viéndose como los proxenetas de esa figura etérea, lánguida, sensual y con el descaro necesario, para mandarla a la ciudad a ejercer la profesión más antigua del mundo.
La reunión familiar destapa las provocaciones continuas, el desprecio permanente de todos contra todos, la falta absoluta de empatía, la soledad compartida que se ha establecido entre todos y la falta absoluta de salidas a la situación. No es precisamente un jardín de rosas el que muestra la propuesta de Pinter y Veronese.
Teatro del absurdo, sí, pero también un estremecedor, nihilista y visionario análisis de una institución como la familia que nunca ha vivido momentos más confusos y bajos como institución milenaria.
‘Retorno al hogar’
Autor: Harold Pinter
Dirección y adaptación: Daniel Veronese
Reparto (por orden de intervención): Alfonso Lara, Miguel Rellán, Fran Perea, David Castillo, Juan Carlos Vellido y Silma López
Espacio Sonoro: Daniel Veronese
Iluminación: Ion Anibal López
Vestuario y escenografía: Lua Quiroga
Coreografía: Carla Diego
Comunicación: Ángel Galán
Fotografías y Diseño gráfico: Javier Naval
Ayudante de dirección: Nacho Redondo
Ayudante de dirección artística: Maite Pérez Astorga
Jefe de Producción: Carlos Montalvo
Producción Ejecutiva: Olvido Orovio
Dirección de Producción: Ana Jelin
Gerente Regidora: Sagrario Sánchez
Maquinista y sonido: David Vizcaíno
Técnico de iluminación: Ion Anibal López
Construcción de escenografía: Mambo Decorados
Vestuario: Sastrería Cornejo
Transporte: Taicher
Distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas
Distribución: PRODUCCIONES TEATRALES CONTEMPORÁNEAS, S.L.
Teatro Fernán Gómez, Madrid
Hasta el 5 de febrero de 2023