Muy poca gente en la España de los años 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado sabía quién era Manolita Fernández. Todos, sin embargo, habían oído hablar e, incluso, asistido más de una vez, al Teatro Chino, y gran parte de ese público lo vinculaban a Manolita Chen.
Chen y Fernández, sin embargo, eran una misma mujer, aunque con dos caras bien distintas: una, empresaria del espectáculo; la otra, una sencilla mujer de barrio madrileño que alguna vez se atrevió a soñar y que, además, hizo su sueño realidad. El Teatro Chino era aquel teatro itinerante que –como Miguel Ríos en el Blues del autobús- vivía durante todo el año en la carretera, de pueblo en pueblo, dando a las gentes la oportunidad de evadirse, de soñar y de conocer de cerca que la vida podía dejar de ser gris, aunque sólo fuera durante un par de horas y bajo una carpa de circo.
Manuela Fernández pasó a llamarse Manolita Chen después de casarse con Chen Tse Ping, un hombre chino bastante mayor que ella del que estaba enamorada hasta los tuétanos. El Circo Price de Madrid le rinde ahora durante sólo unos días un merecido homenaje a partir de la idea de Pepa Zaragoza, en un montaje dirigido por José Troncoso, autor también de la dramaturgia. Su título es ‘Manolita Chen. Un cuento chino’.
El diseño de la escenografía y el vestuario los firma Vanessa Actif. Un gran letrero luminoso a la usanza de aquellos años preside la pista del Price en este merecido homenaje a Manolita: “Teatro Chino”. Y hasta él, a ambos lados, llegan dos hileras de bombillas que, con tan pocas cosas, son capaces de evocar con fuerza imparable aquella época para gentes que sobrepasan el medio siglo. Allí podía verse a humoristas, a mujeres esculturales de revista bailando y paseándose por la pista con la escasa pero decente ropa a que obligaba la censura; también copla, imitadores, circo, pero, sobre todo, eso que se llamaba canción española y variedades. Al chino están vinculados nombres de artistas tan conocidos como Andrés Pajares, Bigote Arrocet, Arévalo, Fernando Esteso y los Hermanos Calatrava; o cantaores como Juanito Valderrama, Marifé de Triana, Rafael Farina, Las Paquiras o El Fari.
Pepa Zaragoza asume con cariño, con gracia y desparpajo al personaje de Manolita Chen. Evoca, se entristece y se alegra por momentos de aquellos años y aquellas aventuras de vida: “Lo mío ha sido un cuento chino…” pero de verdad... ¿no lo han visto? Por el amor de Dios, ¡no faltábamos a ninguna feria. Acompañan en escena a Pepa Zaragoza, Nacho Vera, María Jáimez, Chema Noci, Isa Belui y Luigi Belui.
La música, original e imaginativa, es de Mariano Marín; Ion Aníbal ha iluminado la pista del Price; Chema Noci, además de ser el presentador, ha caracterizado a todos los actores, y Luis Santamaría es el creador de la coreografía del espectáculo.
El resultado del trabajo de todo el equipo artístico es una propuesta respetuosa y agradecida a la figura de Manolita Chen, artista, empresaria y mujer que vivió su aventura emprendedora con la discreción a que obligaba la época. Más aún si se trataba de una mujer que, además, triunfaba en su quehacer cotidiano. Su legado, sin duda, merece este hermoso, sencillo y sentido homenaje. Un homenaje que esperemos que pueda prolongarse un poco más allá de estos tres tristes días en el Price.
‘Manolita Chen. Un cuento chino’
Dramaturgia y dirección: José Troncoso
Idea original: Pepa Zaragoza
Reparto: Pepa Zaragoza, Nacho Vera, María Jáimez, Isa Belio, Luigi Belio y Chema Noci
Música original: Mariano Marín
Iluminación: Ion Aníbal
Escenografía y vestuario: Vanessa Actif
Caracterización: Chema Noci
Coreografía: Luis Santamaría
Diseño gráfico: Mario Olmos
Asesoría documentación: Juan José Montijano Ruíz
Coordinación técnica: Béla Nagy
Ayudante de dirección: María Jáimez
Ayudante circo: Rafa Martín
Rigger: Héctor Navacerrada
Producción ejecutiva: Elena Martínez, Manuel Sánchez y Pepa Zaragoza
Prensa: María Díaz
Producción: Sanra Produce
Teatro Circo Price, Madrid
23, 24 y 25 de abril de 2021