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Cartel de ‘Los habitantes de la casa deshabitada'
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Cartel de ‘Los habitantes de la casa deshabitada'

Crítica de la obra de teatro 'Los habitantes de la casa deshabitada': la imaginación al poder

miércoles 22 de mayo de 2024, 11:51h

En el IX Festival Visibles [Arte Inclusivo], que viene celebrándose del 16 al 26 de mayo de 2024 en diversas salas alternativas de Madrid, ayer martes 21, la Compañía La Luciérnaga (Once Madrid), ha llevado a Nave 73 el estreno de ‘Los habitantes de la casa deshabitada’, de Enrique Jardiel Poncela, en montaje dirigido por Agustín Sasián.

‘Los habitantes de la casa deshabitada’ es una de las comedias más complejas de Jardiel, tanto por la complejidad de sus personajes como por la diversidad de lenguajes utilizados y la rapidez y el dinamismo con el que se suceden un sinfín de situaciones disparatadas que juntas componen un extraordinario juguete cómico que Agustín Sasián ha sabido manejar a la perfección con la ayuda de diez extraordinarios actores que tienen en común dos cosas: su inmenso amor al teatro, y su condición de personas ciegas o con alta discapacidad visual. ¡Quién lo diría viéndolas manejarse en escena! Durante casi hora y media, y con más de cien entradas y salidas de personajes a escena por siete puertas y espacios ad hoc (un reloj con una puerta secreta, un gran baúl conectado al hueco de una pared, unas cortinas, una ventana…), una locura de función motivada también por los frecuentes y rapidísimos cambios de vestuario, y por la celeridad inaudita con que los actores se mueven dentro y fuera del escenario.

Ríete tú de los modernos filmes y teleseries con historias tan surrealistas, locas y desbordantes de imaginación como la ideada por Jardiel en esta comedia. Raimundo y su chófer Gregorio llevan ya nueve averías en su haber en un viaje de aventuras que, de verdad, comienza con la última de ellas, en medio de una noche gélida, en un verdadero páramo en dónde el único refugio posible es un misterioso y extraño caserón que los lugareños conocen por La casa deshabitada, al que los dirige un Guarda forestal con el que se topan. A partir de ahí se irán sucediendo encuentros con personajes cada vez más sorprendentes, impredecibles y fantasmagóricos que bien podrían haber surgido en el castillo del conde Drácula. Entre ellos, una banda de estafadores que tiene secuestradas a dos hermanas, una de las cuales fue la prometida de Raimundo.

Así es que por escena circulan hombres descabezados, locos, fantasmas, secuestrados, gentes con aparentes pocas luces y unos cuantos personajes más que no paran de hacer las delicias del respetable público que llenó la sala el día del estreno de la comedia jardielesca. Ellos son los espléndidos Jordi Sabaté, Miguel Escabias, José Gonzalo, Susi Cortizo, Paloma de Mingo, Carmen Lafuente, Esther Higueras, Mariano González, Aitor Muñoz y Lola Robles.

En una rica y compleja escenografía totalmente clásica, de las de la época en la que Jardiel escribió la comedia, aparecen desde un gramófono dorado, ricos cuadros sobre las paredes y hasta un gran venado con su correspondiente cornamenta, o un gran reloj de pared que esconde tras de sí una puerta secreta… Es obra de A. Sasián, E. Ramón y J. L González. La ensoñadora y espléndida iluminación del espacio escénico corresponde a Covadonga Mejía, el imaginativo vestuario es de Nidia, y la música y espacio sonoro son creación de Rubén Ruiz Miranda. Y completa el equipo artístico la figura del ayudante de dirección, Juan P. Schwartz que, probablemente, no es ajeno al sinfín de marcas (distintas rugosidades sobre el suelo, cuerdas invisibles tendidas para la demarcación del espacio, alfombras, cojines que contrasten con las sillas y el suelo…), que permiten que los desplazamientos de los actores sean sencillamente perfectos.

Agustín Sasián hace posible que el espectador se olvide en todo momento de que los actores y actrices en escena son personas con discapacidad visual porque tanto sus movimientos como su gestualidad y, sobre todo, su manejo de la voz, sean verdaderamente ejemplares. Naturalidad en definitiva , claro, que es el fruto de seis intensísimos meses de estudio y de trabajo que, finalmente, se nota y mucho en escena.

La rescatada pieza de Jardiel constituye una verdadera fiesta en manos de La Luciérnaga que se suma a la que el Teatro Español ha estrenado también esta temporada teatral. A ver si es verdad que esto no es más que el principio de más y más frecuentes encuentros de los espectadores del siglo XXI con la inmensa y genial figura del dramaturgo, novelista y genio de la literatura española del siglo XX.

‘Los habitantes de la casa deshabitada’

Compañía: La Luciérnaga

Autor: Enrique Jardiel Poncela

Dirección: Agustín Sasián

Elenco: Jordi Sabaté, Miguel Escabias, José Gonzalo, Susi Cortizo, Paloma de Mingo, Carmen Lafuente, Esther Higueras, Mariano González, Aitor Muñoz y Lola Robles

Ayudante de dirección: Juan P. Schwartz

Iluminación: Covadonga Mejía

Escenografía: A. Sasián, E. Ramón y J. L González

Vestuario: Nidia

Música y espacio sonoro: Rubén Ruiz Miranda

Diseño gráfico: Eva Ramón

IX Festival Visibles

Sala Nave 73, Madrid

21 de mayo de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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