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Escena de 'Los amigos de ellos dos'
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Escena de 'Los amigos de ellos dos' (Foto: Sergio Parra)

Crítica de la obra de teatro 'Los amigos de ellos dos': un revés inesperado

martes 21 de mayo de 2024, 08:37h

La Sala Max Aub de Naves del Español en Matadero Madrid acoge hasta mediados de junio próximo una dramedia firmada por Matías del Federico y Daniel Veronese, que también dirige el montaje, protagonizada por dos actores que gozan sin duda del favor del público, Malena Alterio y David Lorente, constituidos aquí en una pareja de mediana edad, ya con más de una década de convivencia en común.

Ellos son Nicolás y Elisa, abogado de medio pelo y psicóloga en un centro hospitalario respectivamente, que cada jueves desde hace ya doce años, se encuentran con una pareja amiga (él también abogado, pero de éxito internacional, y ella diseñadora de moda que, al menos una vez al mes, se pasa por París, la meca del sector). Los encuentros suelen ser en restaurantes distintos que siempre eligen los amigos de Nico y Eli, una circunstancia que, en esta ocasión, y ante el retraso mucho más prolongado de lo acostumbrado de la pareja amiga, Nico se atreve a criticar duramente ante su mujer que, sin embargo, no para de poner paños calientes ante cada nueva embestida del marido sobre los dos amigos.

El público -que llenaba la Sala Max Aub hasta la bandera el día que acudí a la función-, probablemente muy identificado en sus problemas cotidianos de pareja con los de los protagonistas, ríe frecuentemente ante las situaciones que, poco a poco, van desgranando Nico y Eli. El primero está ya harto de esa dependencia casi patológica de ambos ante la pareja triunfadora (siempre más ricos, más altos, más guapos, más elegantes y más triunfadores…), por muy amiga que sea. La segunda, Eli, no para de quitar importancia a los mil y un detalles adversos que le comenta su marido hasta el punto de llegar a enconarse seriamente con él ante lo que ella considera tanta deslealtad.

David Lorente, excelente actor, explota la indudable imagen cómica del personaje, no sólo a través de gestos y posturas corporales, sino también con sus palabras, que usa (incluso abusa, diríamos nosotros), aflautando a veces la voz y utilizando falsetes, seguro que por indicaciones expresas del director). Malena Alterio, espléndida actriz también, dota de un equilibrio, una serenidad y racionalidad extremas a Eli, que sólo rompe artificialmente cuando simula abandonar la espera al arreciar las críticas de su marido hacia sus viejos amigos en ese restaurante al que la pareja ha tenido que acudir en taxi porque no dispone ya del Opel Corsa que tuvo que vender para dar la entrada del piso, y el establecimiento está situado en el culo del mundo.

El espacio escénico diseñado por Elisa Sanz presenta un gran reservado (todo el escenario de la Max Aub), con una amplia mesa rectangular de pino en primer término, con cuatro sillas, y luces verticales de fondo que, sutilmente, recortan la gran longitud del escenario que, sin embargo, no parece tal en ningún momento y eso que sólo hay dos actores en escena. Estupenda, como siempre, la iluminación de Pedro Yagüe en la que domina el naranja en diversas intensidades para remarcar la funcionalidad y la amplitud de un espacio que sólo puede darse en un restaurante situado en las afueras de la ciudad, y posiblemente instalado en medio de una zona industrial que, a diario, seguro que ofrece menús a buen precio para atraer a los oficinistas de la zona.

La obra es amable, divertida, popular y gustará a los espectadores que sólo acuden de vez en cuando al teatro porque tienen aseguradas las intachables actuaciones de dos populares actores; porque los diálogos son medidos y con una gran carga de sociología, humor y sorna de principio a fin de la función; y, además, porque nada es lo que parece -menos aún en el teatro-, y hay sorpresa final incluida que aporta un giro de 180 grados a la situación que explica sin palabras el porqué de las posturas casi numantinas de Nico y Eli. Interesante.

‘Los amigos de ellos dos’

De Matías del Federico y Daniel Veronese

Dirección: Daniel Veronese

Con: Malena Alterio y David Lorente

Diseño de iluminación: Pedro Yagüe

Diseño de espacio escénico: Elisa Sanz

Diseño de vestuario: TallerEs

Dirección de producción: (Producciones Off) Ana Guarnizo

Producción ejecutiva: (Producciones Off) Mónica Regueiro

Fotografías: Sergio Parra

Una producción de Teatro Español, ProduccionesOff y Vania

Naves del Español en Matadero, Madrid

Hasta el 16 de junio de 2024

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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