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Lectura dramatizada de 'Mi niña, niña mía': esperanza, a pesar de todo
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Lectura dramatizada de 'Mi niña, niña mía': esperanza, a pesar de todo

miércoles 15 de enero de 2025, 08:33h

En ese puente madrileño entre nuestro país y el mundo judío, el Centro Sefarad-Israel, el lunes 13 de enero se llevó a cabo la lectura dramatizada de Mi niña, niña mía’, escrita a cuatro manos y de forma ejemplar por Itziar Pascual y Amaranta Osorio, y dirigida con tino por esta última. En la interpretación tres excelentes actrices, Goizalde Núñez, Ángela Cremonte e Irene Bueno.

La obra, que se representó en 2019 en el Teatro Español de Madrid, dirigida por Natalia Menéndez, está publicada íntegramente en la revista Primer Acto, y recibió el Premio Jesús Domínguez de la Diputación de Huelva en 2016. La lectura dramatizada de ‘Mi niña, niña mía’ se encuadra dentro del Mes del Holocausto que anualmente celebra el Centro Sefarad de la capital madrileña. Era lógico, pues, que con estos antecedentes el salón de actos del Centro Sefarad–Israel se ocupara totalmente por un público expectante y respetuoso que pudo introducirse durante hora y media con extrema facilidad en la intensa historia que se fabula en la pieza.

En el escenario, sólo tres taburetes altos y otros tantos micrófonos de jirafa a través de los cuales hablan las tres actrices. Irene Bueno ejerce el doble papel de fiero Vigilante del campo de concentración y de Narradora para ir situando al público en los tiempos, espacios y momentos de las dos protagonistas de ‘Mi niña, niña mía’, Vava (encarnada por Goizalde Núñez) y Marien (Ángela Cremonte). En medio de estas últimas, una mesita cubierta por un tapete de ganchillo, esa labor paciente, minuciosa y hermosa que -mucho me temo-, ha debido desaparecer prácticamente con nuestras abuelas.

Al fondo, una pantalla sobre la que se proyectan permanentemente luces amarillas que sobrevuelan la historia. Es la metáfora de esas luciérnagas que tienen un papel importante en el desarrollo de las dos vidas que, a pesar de estar atravesadas por el terror, las torturas más duras, también reciben los gestos más tiernos, las decisiones más solidarias (desde hacer llegar una pastilla de chocolate o un poco de agua a algunos detenidos que viajan hacinados en trenes, hasta salvar a una niña, fruto de la violación de uno de los carceleros a una joven detenida en el campo de concentración. Y, en medio, tres hermosísimas y estremecedoras canciones de marcado carácter judío compuestas por Luis Miguel Cobo, compositor de la música original en la representación del Español.

En la pieza , y a lo largo de 24 escenas, se entrecruzan las historias de dos mujeres, a través de las cuales se funden los años más intensos de la II Guerra Mundial (1942 a 1945), y nuestros días, 2016. Ellas no saben que sus vidas y sus destinos están marcados por la sangre. Una de ellas, la mayor, Vava (impresionante Goizalde Núñez), es una actriz judía que hace teatro con los niños detenidos junto a sus madres en el campo de concentración checoslovaco de Terezin. La otra, Marien (soberbia también Ángela Cremonte), una joven entomóloga que sufrió acoso escolar en su infancia porque fue descubierta cortándole algunas patas a un ciempiés, por puro afán investigador, y que dos decenas de años después se dedica al estudio de las luciérnagas, ese misterioso y bello insecto que transforma en luz el cien por cien de su energía. Marien descubre de forma casual que es una descendiente de una de las escasísimas mujeres supervivientes del Holocausto.

Ellas son dos mujeres que, en diferentes momentos y en circunstancias bien distintas han sabido sonreír a pesar de todo, han sabido brillar como las luciérnagas dando lo mejor de sí mismas y entregándolo a los demás. A pesar de todo, hoy sigue habiendo colectivos (incluso a las puertas de Europa), que atraviesan circunstancias muy duras como personas refugiadas, pero la fuerza interior de estas y muchísimas otras mujeres devuelven la esperanza y la luz a la humanidad entera. No se puede claudicar por muy oscuros que sean los tiempos, por pesimista que pueda presentarse el futuro inmediato. Eso sería tanto como admitir una derrota a manos del mal.

Lectura dramatizada de ‘Mi niña, niña mía’

De Amaranta Osorio e Itziar Pascual
Interpretación: Goizalde Núñez, Ángela Cremonte e Irene Bueno
Dirección: Amaranta Osorio
Centro Sefarad-Israel, Madrid
13 de enero de 2025

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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