Juan Carlos Pérez de la Fuente inicia verdaderamente su etapa al frente del Teatro Fernán Gómez con una producción propia de las que hacen época. Se trata de ‘La señorita de Trévelez’, de Carlos Arniches (1866-1943), el más genuino representante del sainete madrileño, aunque el dramaturgo viera la luz en Alicante. Los juegos de palabras, un humor tan cruel como inteligente, la ironía la mezcla del lenguaje popular y el culto (éste último sólo para ridiculizarlo), son las características más notables de esta tragedia grotesca -Valle-Inclán hablaba de esperpentos para calificar las suyas-, que el alicantino estrenó en 1916 y que hace ya bastantes años que no subía a los escenarios españoles.
La fábula de Arniches, que ha versionado con su acostumbrado tino Ignacio García May, pone sobre el tapete de la actualidad un tema tan viejo como el acoso -ahora se le llama bullying, pero hablamos de lo mismo-, que se traduce en esas bromas de extremo mal gusto capaces de hundir en la miseria a la persona que las padece. En este caso, Florita, ‘La señorita de Trévelez’ (“¡qué tendré yo que no puedo ser dichosa…!, una mujer acomodada económicamente, ya entrada en años y aún soltera, que vive protegida por Gonzalo, su hermano, y que es objeto de una conspiración urdida por el Guasa Club, un grupo de jóvenes socios del casino de la capital de provincia en donde viven, desoficiados y ridículos que se entregan a las risas a costa de los demás y sin medir el alcance y las consecuencias sociales y morales que puedan tener lo que para ellos no pasa de ser una broma, aunque sea del peor gusto y pueda entrar de lleno hasta en el Código Penal. En esta ocasión, los miserables bromistas hacen creer a Florita que un destacado militar, Numeriano Galán, está enamorado de ella y le va a proponer matrimonio…
Juan Antonio Bardem ya se inspiró en esta pieza para llevar al cine su Calle Mayor (1956), una película que tuvo un gran impacto social precisamente por la ciega crueldad que inspiran esas burlas que muchas veces retratan nítidamente cierta tradición española, la de aquellos de nuestros compatriotas que no son capaces de mirar más allá de su ombligo y que no reparan en medios e imaginación para hacer daño a los demás con el único objetivo de echarse unas risas. Lorca también bebió de ‘La señorita de Trévelez’ para escribir su Doña Rosita, la soltera -el poeta granadino decía de Carlos Arniches que “es más poeta que casi todos los que escriben teatro en verso actualmente”-.
El elenco escogido para protagonizar esta tragedia grotesca de Arniches es todo un acierto. Una vez más se prueba que no hay papel pequeño y que un actor o actriz, por corta que pueda ser su intervención en una función, puede brillar con luz propia. Aquí, desde luego, sucede y las interpretaciones de los trece componentes del elenco están entre el sobresaliente y la matrícula de honor. Hablamos de Silvia de Pé, Daniel Albaladejo, Daniel Diges, Críspulo Cabezas, Marta Arteta, Juan de Vera, Óscar Hernández, José Ramón Iglesias, Edgar López, Noelia Marló, Rodrígo Sáenz de Heredia, Julia Piera y Natán Segado. Sus interpretaciones son fantásticas, una verdadera delicia, tanto desde el punto de vista personal como colectivo.
También el equipo artístico al completo compone una auténtica sinfonía teatral compacta en la que todos sus elementos reman en la misma dirección y en el mismo sentido que Pérez de la Fuente ha querido imprimir al montaje: José Luis Sixto como ayudante de dirección y pieza fundamental en el casting junto a Pérez de laFuente; Almudena Huertas en el diseño del elegantísimo, sofisticado y primoroso vestuario; José Manuel Guerra en el diseño de una iluminación precisa y poética a la vez; Nacho García en el diseño del espacio sonoro, que mezcla la música romántica con la más genuina expresión de la música popular española, y Ana Garay en el diseño de una escenografía (casino de provincias, jardín de la acaudalada familia Trévelez….) al tiempo elegantísima, versátil, exuberante e imaginativa.
El montaje de Pérez de la Fuente —un director siempre independiente y, generalmente, contra corriente—, es probablemente uno de los mejores de su carrera porque en él reúne toda la imaginación, la sensibilidad y el gran conocimiento que el director madrileño ha acumulado durante décadas sobre todos y cada uno de los aspectos que consiguen hacer que un montaje se fije indeleblemente en la memoria del espectador.
Sin paliativos, ‘La señorita de Trévelez’ es una auténtica maravilla y, si me hacen caso, ya pueden ir sacando las entradas para acudir al Fernán Gómez antes del 20 de abril próximo si no quieren quedarse sin disfrutar de una pieza de auténtico teatro. ¡Imperdible!
‘La señorita de Trévelez’
Autor: Carlos Arniches Dramaturgia: Ignacio García May Dirección artística: Juan Carlos Pérez de la Fuente Reparto: Don Gonzalo de Trevélez - Daniel Albaladejo Conchita – Marta Arteta Tito Guiloya - Críspulo Cabezas Florita Trevélez - Silvia de Pe Torrija - Juan de Vera Numeriano Galán - Daniel Diges Peña - Oscar Hernández Don Marcelino - Jose Ramón Iglesias Lacasa - Edgar López Solita - Noelia Marló Señor Menéndez - Rodrigo Sáenz de Heredia Maruja - Julia Piera Manchón - Natán Segado Iluminación - José Manuel Guerra Música y espacio sonoro - Nacho García Vestuario y diseño de figurines - Almudena R. Huertas Escenografía - Ana Garay Ayudante de escenografía - Isi Ponce Ayudante de dirección - José Luis Sixto (APDICE) Ayudante diseño de vestuario - Pablo Alcándara Maestro de esgrima - Jesús Esperanza
Movimiento escénico: Guillermo Weicker
Teatro Fernán Gómez, Madrid Del 16 de febrero al 20 de abril de 2025
Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)