Crítica de la obra de teatro 'Juana de Arco': de heroína a hereje

Georgina Amorós, Katalin Arana, Macarena García, Lucía Juárez, Bea de Paz, Ana Polvorosa y Joana Vilapuig (en el papel de Juana de Arco), son las siete jóvenes y entregadas intérpretes a las que cabe el honor de inaugurar la senda artística que en los próximos años recorrerá la nueva Nave 10 Matadero, con ‘Juana de Arco’, un espectáculo de Sergio Martínez Vila y Marta Pazos, con dramaturgia y dirección de esta última. Se trata del primer espectáculo de los siete que Nave 10 Matadero presentará durante esta temporada.

La pieza, que parte de un hecho que tiene tanto de histórico como de mítico, recrea a través de una performance la situación vivida por la que pronto fue conocida como La doncella de Orleans, tras haber acudido a la corte del delfín Carlos VII para que el heredero pusiera en sus manos la conducción del ejército que debía acabar con el asedio inglés a la ciudad de Orleans. A pesar de los 17 años de la joven y que nadie más allá del delfín confiaba en el buen término de la empresa, Juana de Arco consiguió el objetivo y, desde entonces, su figura se convirtió en referente esencial tanto para los soldados como para el pueblo francés.

Pero Juana (dúctil Joana Vilapuig en su recorrido del empoderamiento guerrero al abandono final ante la muerte…), ante todo y sobre todo era una mujer creyente cuya vida y obras ponía en manos de Dios, y ese es el flanco por cuyos resquicios es atacada por las autoridades eclesiásticas de la época (sobrecogedor el trabajo de Lucía Juárez como Juez de la causa) que vieron el cielo abierto para acusarla de hereje y acabar así quemándola públicamente en la hoguera.

El montaje incide mucho más en el aspecto místico-religioso de Juana y la dirección de Marta Pazos se apoya tanto en la ecléctica música original de Hugo Torres, como en la preciosista iluminación de Nuno Meira, la minuciosa coreografía de Belén Martí Lluch o el imaginativo y sencillo diseño de vestuario de Leandro Cano. Todo ello mostrado a corta distancia del patio de butacas gracias a un gran cortinaje que cubre fondo y ambos lados del escenario,como gran elemento definidor del espacio escénico, diseñado por Max Glaenzel, que sirve también de espacio celestial de donde surgen lunas y eclipses, o de soporte a las llamaradas de luz que constituirán la hoguera que acaba con la vida de la mística, santa y guerrera francesa.

Mujer, liderazgo, ruptura de prejuicios y fe ciega siguen siendo asuntos de nuestros días en los que, a pesar de las apariencias, ellas tienen que seguir remando con titánico esfuerzo y decisión en medio de un mundo mayoritariamente conducido por ellos.

La artista gallega, como ya hiciera en sus trabajos inmediatamente anteriores mostrados en la capital (Comedia sin título, Safo, de las que ya dimos cumplida crónica en estas mismas páginas electrónicas de DC), pone mucho más énfasis en el aspecto plástico y vanguardista de la pieza que, en el literario, que viene de la mano de Sergio Martínez Vila. Pesan mucho más, pues, la música, la luz, el sonido y el movimiento más que la palabra que sólo surge con fuerza dominadora y expresiva en el último cuarto de la pieza.

‘Juana de Arco’

Autoría: Sergio Martínez Vila y Marta Pazos

Texto: Sergio Martínez Vila

Dramaturgia y dirección: Marta Pazos

Reparto: Georgina Amorós, Katalin Arana, Macarena García, Lucía Juárez, Bea de Paz, Ana Polvorosa y Joana Vilapuig

Coreografía: Belén Martí Lluch

Diseño de espacio escénico: Max Glaenzel

Diseño de iluminación: Nuno Meira

Diseño de sonido y composición de música original: Hugo Torres

Diseño de vestuario: Leandro Cano

Ayudante de vestuario: Lourdes Escalante

Ayudante de dirección: Emilio Manzano

Asistente artístico: Víctor Barahona

Una producción de Nave 10 Matadero

Nave 10 Matadero, Madrid

Hasta el 3 de noviembre de 2024