El famoso Auto sacramental de José de Valdivielso 'El hospital de los locos' (1622), en adaptación y versión de Brenda Escobedo, viene representándose desde mediados de enero en el Corral Cervantes y, cada fin de semana hasta finales de junio próximo, seguirá haciéndose asequible, moralizante, pedagógico, entretenido y divertido. El artífice de acercar al siglo XXI un texto renacentista de claro origen cristiano, que utilizaba al teatro para transmitir la fe, generalmente representado ante los pórticos de las iglesias, es Ernesto Arias, que ha levantado un montaje homogéneo, perfecto, en donde el verso, la voz y el cuerpo de todos y cada uno de los actores que lo protagonizan, ayudados también por la música, regalan al espectador hora y cuarto de maravillas encadenadas.
En el 'Hospital de los locos' vive encerrado lo mejor de cada casa. Y eso es así hasta el punto de que allí se mezclan desde Luzbel, el Mundo, Adán o la Carne, junto a la Gula y la Envidia. El rector del hospital anda a la caza de un nuevo huésped al que lleva ya persiguiendo desde hace demasiado tiempo: el Alma. Valiéndose de todo tipo de engaños, estratagemas y estrategias, sale decidido a capturarla y encerrarla de una vez por todas, pero la Razón y la Inspiración van a echar una mano providencial y definitiva al Alma que, finalmente, consigue salvarse de la quema.
Soberbio todo el elenco, que hace un enorme derroche de facultades musicales, físicas e interpretativas a lo largo de todo el montaje. Se trata de Manuela Morales (Culpa / Carne), Macarena Molina (Alma / Razón), Sheyla Niño (Envidia / Inspiración), Martín Puñal (Mundo / Deleite), José Juan Sevilla (Luzbel / Cristo), Gabriel de Mulder (Engaño / Género humano) y Ángel Ramón Jiménez (Locura / San Pedro / Gula). La fábula comienza en una oscuridad casi absoluta (la minuciosa iluminación es obra de Raquel Rodríguez). Suenan unas cercanas campanas tocando a muerto y, así de primeras, las conjuntadísimas voces de todo el elenco cantan latines (la música original es de Jorge Eliseo), y el público se encoge en sus butacas. Brillantes y eficaces también la escenografía de Álvaro Sobrino, el vestuario de Nuria Martínez. Poco a poco vicios y virtudes van haciendo aparición y mostrando sus requiebros, engaños, falsedades y mentiras, armas todas que buscan encerrar también al Alma que, finalmente, saldrá vencedora de tan retorcida y sinigual batalla.
Dejamos a finales del año pasado a Ernesto Arias como actor dando una magnífica lección de interpretación en La Comedia de Madrid y el Barbican de Londres con el Basilio de La vida es sueño en el que Declan Donnellan daba su particular visión del clásico de Calderón, y ahora lo vemos como magnífico director de este auto sacramental. Al asturiano no se le resiste nada que tenga que ver con las tablas y el escenario. Es la garantía absoluta de excelencia en todo lo que hace. Así lo ha visto también la Fundación Siglo de Oro, productora del montaje que, además -volvemos a reiterarlo por lo inusual de su apuesta-, mantiene el espectáculo durante cinco meses seguidos en este remozado, cómodo y hasta coquetón Corral Cervantes situado en pleno Madrid Río. Muy interesante.
'El hospital de los locos'
Texto: José de Valdivieso
Adaptación y versión: Brenda Escobedo
Dirección de escena: Ernesto Arias
Reparto: Manuela Morales, Macarena Molina, Sheyla Niño, Martín Puñal, José Juan Sevilla, Gabriel de Mulder y Ángel Ramón Jiménez la
Dirección adjunta: Pablo Rodríguez
Composición musical: Jorge Eliseo
Diseño de iluminación: Raquel Rodríguez
Diseño de vestuario: Nuria Martínez
Escenografía: Álvaro Sobrino
Prensa: Silvia Espallargas
Dirección de producción: Rosel Murillo Lechuga
Coordinador artístico: Julio Hidalgo
Diseño gráfico: Laura Racero
Corral Cervantes, Madrid (Pº de la Chopera, 2)
Hasta el 25 de junio de 2023 (viernes a domingo)