La Sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia acoge estos días el estreno de ‘El castor que lloraba’, un montaje coproducido por la CNTC junto a Cabosanroque, la compañía formada por Laia Torrents Carulla y Roger Aixut Sampietro, quienes se han hecho cargo de la creación total y la dramaturgia de este montaje que forma parte de Los Diálogos contemporáneos de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).
Como en piezas anteriores de temporadas pasadas, a partir de un autor clásico, creadores contemporáneos desarrollan una pieza que, puesta frente al original, dan a este un nuevo y, a veces, sorprendente significado. En este caso, Cabosanroque ha partido de El gran teatro del mundo, de Calderón de la Barca, dirigido por Lluis Homar, que permanece en la Sala Principal del Teatro de La Comedia hasta el próximo 24 de noviembre.
‘El castor que lloraba’ comparte con la pieza que le ha servido de inspiración un tratamiento austero y minimalista sobre dos conceptos que marcan la propuesta de Laia Torrents Carulla y Roger Aixut Sampietro: la naturaleza y el artificio. Realidad (naturaleza) y representación (artificio), no han dejado, ni dejarán de dialogar entre sí desde que el mundo es mundo, y en nuestros días hablar de naturaleza es hablar también de cambio y de emergencia climáticos.
Los espectadores que acuden a esta singular propuesta son al tiempo los protagonistas de la misma, y en dos estadíos: la tumba y la cuna, o viceversa. Un primer grupo de 16 espectadores se coloca primero en una de las dos opciones, y el segundo (también de 16), en el otro. Los espectadores de la tumba, situados en la platea, han de colocarse unos auriculares a través de los cuales escuchan un diálogo entre un hombre y una mujer que intercambian impresiones sobre el texto de Calderón y sus artefactos que aluden a peñascos y montes que se convierten en grutas, escenarios y maquinarias fantásticas y, al mismo tiempo, sobre asuntos de nuestros días. Entre tanto, observan como el otro grupo de espectadores, situado en medio del escenario, y asomándose a uno de los cuatro carros que cargaban las escenografías de El gran teatro del mundo. Mediada la función (unos 40 minutos, no más), hay intercambio de papeles y los espectadores de platea bajan al escenario y viceversa.
El mundo, ahora, hace cuatro siglos, y dentro de otros cuatro (y esperemos también que dentro de cuarenta…), sigue siendo un gran teatro, aunque los personajes que lo poblamos hemos cambiado sustancialmente, y los carromatos contienen también escenografías distintas, que van desde una gran montaña de basura que sobrevuelan grandes aves depredadoras, o nubes tóxicas como la que surgió de Chernóbil, recreadas también por la música y el canto del hombre que no pueden sustraerse a realidades tan adversas.
Además de Laia Torrents Carulla y Roger Aixut Sampietro, completan el equipo artístico de El castor que lloraba Julià Carboneras Girga, responsable del desarrollo tecnológico; Pere Jou, que firma la interpretación musical; Cabosanroque y Kike Blanco constructores de “naturaleza y artificio”; Frau Recerques Visuals en las imágenes, y las voces en off de Mónica López y David Climent que dan vida a los actores.
Teatro, escenario y vida, siguen siendo así realidades cuyas fronteras están cada vez más difuminadas. O eso, al menos, es lo que muestra Cabosanroque en esta original y sorprendente propuesta.
‘El castor que lloraba’
Concepto, creación, dramaturgia, diseño de sonido, música original, adaptación Manuel de Falla, escenografía, dirección y autoría: Cabosanroque (Laia Torrents Carulla y Roger Aixut Sampietro)
Construcción: Cabosanroque y Kike Blanco
Desarrollo tecnológico: Julià Carboneras Girga
Interpretación musical: Pere Jou
Locuciones catalán y castellano: Mónica López y David Climent
Locuciones inglés: Nick Macarte y Victoria Macarte
Producción ejecutiva: Helena Febrés Fraylich
Fotos: Sergio Parra.
Imágenes: Cabosanroque y FrauRecerquesVisuals
Producción: CNTC, Cabosanroque, Departament de Cultura i de l’Institute Catalá de les Empreses, Generalitat de Catalunya, Temporada Alta de Girona
Apoyo: Centre de Creació d’Arts Escéniques, El Canal de Salt, la Fundació Lluis Coromina y Amilux
Teatro de la Comedia, Madrid
Del 31 de octubre al 17 de noviembre de 2024