Cuatro décadas lleva ya a cuestas la compañía andaluza Atalaya y sigue tan vital y atrevida -si no más...-, que el primer día. Valiente, osada, festiva, provocadora, innovadora y joven. Se atreve ahora a versionar 'El avaro', de Molière cuando se cumplen tres siglos y medio de su muerte. Mucho me temo que el gran dramaturgo y comediante francés no hubiera puesto ni un solo pero a esta versión de Ricardo Iniesta que incide en lo esencial de la comedia y que, además, ha revestido con música, sobre Harpagón (sobresaliente, como siempre, Carmen Gallardo), ese personaje acaparador, desconfiado, de ambición y desconfianza inagotables, que no tiene más amigo que el dinero, ni mayor objetivo que atesorar y atesorar por encima de todo y de todos, familia incluida.
Hasta el próximo día 19 puede verse este jocoso, divertido, desternillante y ácido montaje en la Sala Guirau del Teatro Fernán Gómez, y con la seguridad absoluta de que el espectador habrá invertido su dinero de la mejor manera posible.
Que se hayan cambiado algunos nombres de los personajes no altera para nada el espíritu de la comedia del dramaturgo francés y, por el contrario, acerca la temática a estos días de capitalismo salvaje, Euribor en alza imparable, beneficios bancarios, inflación galopante, intereses negativos para el cliente y de usura para el prestamista y, como consecuencia ineludible, desahucios a gogó.
Iniesta, además de adaptador de la obra, director del montaje, resuelve siempre con facilidad portentosa los múltiples teóricos problemas que plantea una óptica escénica que mezcla estilos (burlesco, comedia del arte, cabaret, clown…), y que exige el máximo esfuerzo físico y de concentración a todos sus actores. Geniales también Silvia Garzón, Raúl Vera, Paula Martínez, Lidia Mauduit, Garazi Aldasoro, Enmanuel García y Selu Fernández. Duplican personajes, saltan, cantan, tocan instrumentos, gesticulan constantemente con brazos, piernas y todo el cuerpo, para hacer de modo colectivo una chanza grotesca de la actitud del viejo avaro, capaz de superar el mayor de los ridículos con tal de incrementar su cuenta corriente.
Ocho puertas multifuncionales constituyen la sencilla y eficacísima escenografía, obra también de Ricardo Iniesta, que lo mismo esconden las habitaciones de la mansión de Harpagón, su cocina, el establo, el sótano, mesas, la oficina del prestamista o el burdel que –para variar–, también es propiedad del viejo usurero…

La comedia es divertidísima, no deja títere con cabeza a ningún actor económico de tiempos pasados o presentes, y hasta el adaptador se las ha ingeniado para meter fugazmente también en el escenario la figura del rey emérito, indicando con un cartel casi al final de la obra, la distancia existente entre la plaza de Colón y Abu Dabi, el lugar de residencia elegido por el anterior monarca español debido a las presiones del gobierno español de coalición.
Desde el punto de vista del hecho teatral, esta versión de 'El avaro' es verdaderamente magistral. Durante casi dos horas de continuo movimiento actoral, música sencilla y pegadiza, y diálogos frescos, directos e incisivos, no dan lugar al espectador a que pierda ni un segundo de atención sobre cuanto ocurre sobre el escenario. ¡Imperdible!
Ficha técnica de 'El avaro'
Autor: Jean-Baptiste Poquelin Molière
Dirección, adaptación y espacio escénico: Ricardo Iniesta
Con: Carmen Gallardo, Silvia Garzón, Raúl Vera, Paula Martínez, Lidia Mauduit, Garazi Aldasoro, Enmanuel García y Selu Fernández
Diseño de iluminación: Alejandro Conesa
Diseño de espacio sonoro: Emilio Morales
Composición y dirección musical: Luis Navarro
Coros y cánticos: Marga Reyes y Lidia Mauduit
Coreografía: Juana Casado y Lucía You
Vestuario: Carmen de Giles y Flores de Giles
Maquillaje y peluquería: Rocío Ponce
Ayudante de dirección: Manuel Asensio
Administración: Rocío Reyes
Distribución: Victoria Villalta
Producción: Francesca Lupo
Secretaría: Macarena Gutiérrez
Comunicación: Rocío Claraco
Teatro Fernán Gómez, Madrid
Hasta el 19 de febrero de 2023