“Toda santa tiene un pasado y toda pecadora un futuro”. Es solo una de las docenas de frases lapidarias que inundan el texto de ‘El abanico de lady Windermere’, la conocida pieza del dramaturgo británico Oscar Wilde, sabia y libremente adaptada ahora por Ramón Paso, director también del montaje que puede verse en la Sala Cándido Lara del madrileño Teatro Lara hasta mediados del próximo mes de octubre.
Wilde denunciaba en ‘El abanico de lady Windermere’ la hipocresía social reinante en la Inglaterra de finales del XIX y ahora Paso enfatiza en su versión la analogía existente en nuestra sociedad al tiempo que teje un finísimo y sutil hilo que conecta a las mujeres y los hombres de entonces con sus semejantes del siglo XXI (“Lo que nos conviene suele resultar decepcionante”, “…. Está de moda que las mujeres honradas tengan varios amantes…”).
Magníficas Inés Kerzan (Lady Windermere) y Ana Azorín (Duquesa de Berwick). Interesantísimo el duelo interpretativo de las dos actrices, amigas y componentes de la Compañía Pasoazorín, estupendamente acompañadas en escena por Ángela Peirat (entrañable Miss Erlynne), Mila Villalba (la interesada Sirvienta de Lady Windermere) y Mireia Zalve (inocente sobrina de la duquesa de Berwick). Y tres actores más en escena, Eduard Alejandre, Guillermo López-Acosta y Jordi Millán, en papeles que, en el fondo, solo sirven para que ellas, las cinco mujeres, sigan gobernando vidas propias y ajenas.
Aunque, inicialmente, Lady Windermere es la puritana y la defensora de la virtud, y Miss Erlynne la rompedora, anticonvencional y progre, no se fíen de las apariencias porque estas, casi siempre, suelen conducir al error…
La lúdica recreación de Ramón Paso es juguetona, divertida y cínica a la vez y vuelve a poner en su sitio el orden natural de las cosas. A saber, que son las mujeres quienes, valiéndose de su inteligencia y su voluntad, suelen acabar llevando al huerto al género masculino por el camino que han trazado previa y minuciosamente.
La atmósfera vodevilesca de la representación contribuye a situar al espectador en la clave de juego y diversión que atraviesa toda la propuesta. Los telones, la música y la luz bastan al director para jugar con espacios y tiempos de la fábula y a centrarlo en todo momento a pesar de los cruces de época e indumentarias. La comedia de situación en la que no faltan enredos, confusiones, equívocos, lances amorosos, engaños, arreglos…, es divertida de principio a fin. Fascinante el twist que bailan Molly Erlynne (Ángela Peirat, brillante su trabajo en todo el movimiento escénico), y Lord Windermere (Guillermo López-Acosta). La comedia de Wilde y Paso es una de esas propuestas que gustan a todo tipo de públicos -ilustrado y menos ilustrado, habitual o esporádico- y seguro que nunca yerra quién la proponga a terceros. Diversión, reflexión y risas aseguradas.
‘El abanico de Lady Windermere’
De: Oscar Wilde
Versión libre y dirección: Ramón Paso
Reparto: Ana Azorín, Inés Kerzan, Ángela Peirat, Eduard Alejandre, Jordi Millán, Guillermo López-Acosta, Mila Villalba y Mireia Zalve
Producción ejecutiva: Pasoazorín Teatro
Dirección de producción: Inés Kerzan
Diseño de escenografía: Javier Ruiz Alegría
Diseño de iluminación: Carlos Alzueta
Vestuario: Ángela Peirat
Coreografía: Ángela Peirat
Ayudante de dirección: Ainhoa Quintana
Producción: Pasoazorín Teatro
Teatro Lara, Madrid
Hasta el 13 de octubre de 2022