Los focos intensos de un plató de televisión inundan el escenario. Estamos en el Teatro Nueve Norte y está a punto de comenzar una nueva edición de El show de Manu. Hay una expectación inusitada porque el invitado especial de hoy es un hombre que ha despertado de un coma 20 años después de que, en su debut como jugador infantil en un terreno "de verdad", de auténtico césped artificial, un balonazo de un Mikasa (quienes hayan tenido entre sus pies aquella marca de balón "de reglamento", como se decía entonces, seguro que no lo ha olvidado…), y sólo un milagro ha hecho posible que aquel niño, Moisés, haya podido despertar dos décadas después de aquello.
Manu, conductor del programa —mitad espectáculo y la otra mitad información—, tiene la grave responsabilidad de adaptarse a las nuevas circunstancias que atraviesa ahora Moisés, convertido en un niño grande, con un corazón como una casa, pero con las facultades intelectuales claramente limitadas como consecuencia de aquel shock traumático.
A partir de un texto de Máximo Huerta, que él mismo dirige junto a Constanza A. Aránguiz y Nicolás Rivero, los dos artífices de que la historia cale hasta el tuétano en el público son Antonio Aguilar (Moisés) y José Emilio Vera (Manu / Abuelo de Moisés), actores extraordinarios, capaces de transmitir su pasión, su estremecimiento, su emoción y de conseguir desde el primer instante que el patio de butacas funcione como si se tratase del público que asiste por vez primera a la grabación en directo del programa de Manu.
El suelo del escenario está forrado de césped y, sobre él, a un lado, un banquillo típico. Al fondo, una pantalla de proyección y delante un par de sillas sobre las que discurrirá la entrevista del periodista al deportista. Firma la realista escenografía Bibiana Cabral quién junto a Dani Tejedor (diseño sonoro y música original), y la realización audiovisual de Pinea Films, consiguen el milagro de transformar un pequeño teatro como es Nueve Norte, en un espléndido plató de televisión.
Moisés, entrañable, sincero, cándido, inocente, se mete al público en el bolsillo con su bonhomía. Manu, profesional brillante, que lo mismo retransmite un partido de fútbol que anima diariamente su programa /show en la tele local, va cambiando suavemente su actitud con el deportista y le habla de igual a igual en un ejercicio hermosísimo de empatía. No es necesario, ni mucho menos, que el espectador sea un loco aficionado a la pelota (quién esto firma, por ejemplo, no vio siquiera el partido de Sudáfrica en el que España se hizo con su primer mundial), para disfrutar de pleno con esta hermosa propuesta escénica.
Los pequeños y grandes cambios que se han producido en Moisés, el decisivo papel de su madre, costurera, para que el niño saliera adelante con tantos y tan permanente cuidados y tan llenos de cariño, y los eternos partidos de fútbol radiados en exclusiva para Moisés por su abuelo… Y, entre tanto, la vida pasa y se cobra también sus intereses… Esos augurios que tres extrañas y malhumoradas viejas que Moisés se encontró camino a casa poco antes de su debut en el campo de césped, y que le hablaron del destino inexorable, un asunto que él no entendía entonces pero que el público encaja con una mueca triste y rabiosa.
Antonio Aguilar y José Emilio Vera derrochan sencillez, armonía, entrega y simplicidad para hacer de esta historia un capítulo inolvidable de teatro levantado entre luces cegadoras y videoproyección ilustrativa de algunos de los pasajes que sus personajes comentan. ¡Muy interesante!
Ficha técnica de 'Moisés, un homenaje a la infancia'
Dramaturgia: Máximo Huerta
Dirección: Constanza A. Aránguiz, Nicolás Rivero y Máximo Huerta
Reparto: Antonio Aguilar y José Emilio Vera
Diseño escénico: Bibiana Cabral
Diseño sonoro y música original: Dani Tejedor
Fotografía y diseño gráfico: Daniel Garrido
Ilustraciones: Jorge de Juan
Realización audiovisual: Pinea Films
Una producción de El Hangar & Pinea Films
Teatro Nueve Norte, Madrid
Hasta el 31 de marzo de 2023