Dos mujeres maduras –Gloria y Lucía-, hace ya tiempo que cuidan de una anciana, Radojka, de origen serbio, que tiene un hijo que solo la visita esporádicamente. Un buen día la anciana resbala en la bañera, se da un golpe y muere al instante. Las dos cuidadoras, entonces, ante la negra perspectiva de su futuro laboral, y dado que ya no se puede hacer nada, deciden callar y aparentar ante el mundo que todo sigue igual… Es la fábula que se cuenta en ‘Radojka. Una comedia fríamente calculada’, de F. Schmidt y C. Ibarzabal, con dramaturgia y dirección de Carlos De Matteis, que se representa cada viernes en el Espacio Plot Point.
Pasó por la VIII edición de la Muestra de Creación Escénica Alternativa SURGE Madrid 2021 y de ahí saltó a la Sala Plot Point y, tras un breve descanso en la época navideña, sus dos estupendas protagonistas, las actrices argentinas Marina Skell (Gloria) y Verónica Bagdasarian (Lucía) vuelven a levantar sonrisas y carcajadas permanentes entre los espectadores con esta desternillante propuesta.
Los temas más serios pueden abordarse también desde la perspectiva del humor y esta comedia negra lo hace con la misma seriedad que desparpajo (“A palabras serbias, oídos sordos”). Dos personajes femeninos -tres, si contamos con la tercera, Radojka, aunque no se le ve en escena en ningún momento-; tres actos, y casi hora y media de sonrisas constantes, situaciones surrealistas que traspasan la legalidad, pero de la que, posiblemente, las dos cuidadoras cincuentonas, asustadas y abrumadas por la perspectiva que se les presenta por delante, saldrían absueltas si el público fuera nominado para integrar el jurado que las juzgase.
Gloria es la más decidida de las dos empleadas. Piensa, actúa con decisión y rapidez y no da tregua a la duda, a la indecisión. Lucía, por el contrario, parece que se deja llevar por los acontecimientos sin pararse demasiado a pensar en las posibles consecuencias. Agarrada siempre al recuerdo de su madre, a la que cita a cada instante –cosa que enerva a Gloria-, tiene una personalidad sin dobleces que casi bordea lo naif. Ambas, sin embargo, tienen que enfrentarse a la inesperada llegada del hijo de Radojka, empeñado en ver de cerca el estado de salud de su madre.
Carlos De Matteis ha dosificado con prudencia y sabiduría el avance paulatino de la historia, que descarga en escena fundamentalmente sobre los hombros de Verónica Bagdasarian, secundada a la perfección por Marina Skell que, al final de la comedia, sorprende a propios y a extraños con un giro radical de su personalidad que redondea un final inesperado.
La escenografía, la dirección de arte, la iluminación, la pegadiza y contagiosa música original y el sonido empastan a la perfección en una historia alocada, rocambolesca e hilarante, llena de humor negro de principio a fin.
‘Radojka. Una comedia fríamente calculada’
Autoría: F. Schmidt y C. Ibarzabal
Dramaturgia y dirección: Carlos De Matteis
Reparto: Verónica Bagdasarian y Marina Skell
Ayudante de dirección: María Uruñuela
Escenografía: Julián Salguero
Iluminación: Carlos De Matteis
Sonido: Pedro de Matteis y Carlos De Matteis
Audiovisuales: Esperanza Mendoza
Vestuario: Marina Skell
Música original: Pedro de Matteis
Diseño gráfico: Belén Caccia
Fotografía: Esperanza Mendoza
Producción: Plot Point
Espacio Plot Point, Madrid
Todos los viernes