Sarah Kane, jovencísima dramaturga británica, se quitó la vida poco antes del cambio de milenio cuando sólo tenía 28 años.
Acababa de escribir ‘Psicosis 4.48’ y, como el único personaje de su tragedia, Kane quiso marcharse de este mundo tras haber ingerido una cantidad importante de antidepresivos y somníferos. Los facultativos llegaron a tiempo y pudieron salvarle la vida en ese primer intento, pero no en el segundo, en que acabó ahorcándose en el baño del hospital. Ahora la bailarina Luz Arcas - La Phármaco, dirige, a partir de la traducción de Eva Varela Lasheras, este universo Kane en la Sala Margarita Xirgu del teatro Español de Madrid.
Arcas presenta una poética, pesimista y negra visión de nuestros días a partir de la realidad del alter ego de la autora de ‘Psicosis 4.48’, una mujer absolutamente deprimida, que no encuentra salida alguna a su vida, abandonada e incomprendida por todos y sin asidero alguno para mantenerse entre los vivos.
El sentimiento de culpa, la angustia, la ansiedad, el abandono (su camastro está rodeado de restos de comida, de bolsas y envases vacíos…), en medio de la noche, ese momento en el que aún se distorsionan más la realidad y los fantasmas personales, haciendo imposible delimitar dónde empiezan y dónde acaban los unos y los otros.
Escrita hace cinco lustros, Kane sintió y no tuvo fuerzas para enfrentarse a un mundo vacío, sin lugares ni creencias a donde agarrarse para poder seguir viviendo. Desgraciadamente, 25 años después, las estadísticas de suicidios crecen de forma alarmante, especialmente entre los más jóvenes y las mujeres, que engrosan esas cifras a las que sólo ahora parecen querer enfrentarse las autoridades políticas y sanitarias de los países más civilizados.
El montaje comienza casi a oscuras, y permanece así durante los quince o veinte minutos iniciales. Una mujer, tendida sobre su cama (extraordinaria, conmovedora Natalia Huarte), musita, primero, sonidos ininteligibles que, poco a poco, se van haciendo comprensibles, pintando una situación personal lamentable en la que amante, padres, amigos y personas más o menos cercanas dan la espalda a la joven. Su único remedio temporal parecen ser los fármacos.
Iluminada desde un lateral por una luz blanca, que ha diseñado Jorge Colomer. La música original compuesta por Adrián Foulkes, y el espacio sonoro de Pablo Contreras, remarcan la soledad y la inquietud de la joven, situada en medio de la austera escenografía ideada por Pablo Chaves. Natalia Huarte se mueve indecisa, pesada, convulsiona, se queda estática, se tumba desnuda o semidesnuda por ese espacio mientras va desgranando pensamientos y actitudes hostiles hacia la vida y hacia sí misma.
Su periplo en esos últimos minutos de vida acaba sobre una banqueta, que ella misma arroja lejos para acabar colgada de una cuerda: “a las 4.48 cuando la desesperación visita, me colgaré al sonido de la respiración de mi amante (…) Después de las 4.48 no hablaré más”.
‘Psicosis 4.48’
De Sarah Kane
Traducción: Eva Varela Lasheras
Dirección: Luz Arcas - La Phármaco
Con Natalia Huarte
Diseño de iluminación: Jorge Colomer
Diseño de escenografía: Pablo Chaves
Diseño de vestuario: Luz Arcas
Composición música original: Adrián Foulkes
Diseño de espacio sonoro: Pablo Contreras
Asistencia artística: Victoria Aime
Colaboración artística: Sebastián Vogler
Mirada externa: Teresa Casas
Ayudante de dirección: Javier L. Patiño
Residente de ayudantía de dirección: Cristina Hermida
Una coproducción del Teatro Español y La Phármaco
Teatro Español, Madrid
Hasta el 2 de julio de 2023