Denisse Despeyroux (La Realidad, Carne viva, Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales, Un tercer lugar o Canción para volver a casa…), vuelve donde solía, el terreno tragicómico, con ’La omisión del si bemol 3’, presentando una fábula familiar de nuestros tiempos tan verosímil como surrealista en la que la institución familiar -una pareja, un niño y su entorno-, viven y alimentan un auténtico disparate, aunque quienes se acerquen al madrileño Teatro Quique San Francisco hasta el próximo 9 de enero, van a encontrarse estampas nada desconocidas.
Todo ocurre al inicio de esta pandemia y eso alimenta aún más la hiperatención de los progenitores, atentos al más mínimo gesto y sonido gutural de la criatura que, inmediatamente, identifican con el sonido de algunas piezas mozartianas. El resultado, a la vuelta de unos pocos años, no va a ser precisamente el que ellos imaginaban.
La cuestión es que unos padres (él, profesor de matemáticas, y ella una mujer absolutamente fascinada por las ciencias alternativas), acaban de tener su primer hijo. A las pocas semanas ambos ven en el pequeño a un genio prematuro y, absorbidos por la idea del “efecto Mozart”, recurren al método de estimulación auditiva de Alfred Tomatis para que la humanidad entera no desperdicie la ocasión de disfrutar de sus teóricas indudables cualidades.
Método que muy pronto sustituyen por otro que la madre ha descubierto a través de internet, el auspiciado por un tal doctor Atila -interpretado por el músico, productor musical y youtuber Jaime Altozano, que aparece en escena a través de una pantalla situada en el centro del escenario-, y que sostiene que el compositor jamás usaba el si bemol 3 y que toda su obra ha sido adulterada.
Un artilugio electrónico, un desibemolizador, es capaz de eliminar todas esas notas y así descubrir al auténtico Mozart. El experimento, sin embargo, provoca cambios inesperados, catastróficos y hasta peligrosos en el bebé.
Maya Reyes y Antonio Romero encarnan espléndidamente a los padres de ese monstruito que acaban creando su soberbia, su altivez, su afán desmedido de amasar la personalidad de un hijo que consideran único e irrepetible -lo es, pero como todos los seres humanos-.
Ambos actores bordan sus papeles y transitan del ridículo al éxtasis cuando contemplan las gracias de su niño, o van del atisbo de arrumaco, al comentario acerado y cruel para destrozar al otro. Y, en medio unos cuantos personajes ausentes y presentes a la vez: Leopoldo, un antiguo novio de ella, y los suegros de los dos bandos contendientes, dialécticamente hablando al menos.
El resultado es una brillante comedia trágica, o viceversa, en donde la mano de Despeyroux está siempre presente con su inteligencia y su ácido sentido del humor para retratar un mundo como el nuestro, tan vulnerable, tan estúpido y asido a principios tan endebles, cuando no tan falsos. Un montaje tan divertido como amargo, tan lúcido como pesimista, tan tierno como cruel, tan realista como surrealista. No hay que perdérselo.
‘La omisión del si bemol 3’
Dramaturgia y dirección: Denise Despeyroux
Reparto: Maya Reyes y Antonio Romero
Colaboración especial: Jaime Altozano
Asistente de dirección: Maxi Huerta
Diseño escénico: Príamo Estudio
Escenografía: Edu Moreno
Iluminación: Pau Fullana
Diseño sonoro: Eloy Sansón
Vestuario: Tania Tajadura
Jefe Producción: Ángel Verde
Producción: Príamo Estudio y Carne Viva
Teatro Quique San Francisco, Madrid
Hasta el 9 de enero de 2022