Ramón Paso escribe y dirige una comedia, ‘Filomena’, que se mantiene en la Sala Lola Membrives del madrileño Teatro Lara desde mayo pasado y, en principio, aún le queda un mes en cartelera. El tema de fondo es la política y los políticos que nos toca padecer en este país y en este primer cuarto del siglo XXI, profesionales de la cosa pública, no por servir al ciudadano sino todo lo contrario, utilizarlo como excusa para colmar sus ambiciones personales, enriquecerse a costa del erario público y navegar en ese proceloso mar de la hipocresía para salvar los muebles propios y los del partido al menor coste electoral posible.
Paso maneja el lenguaje político y popular con la misma habilidad que soltura y desparpajo. Aquí no queda títere con cabeza. Ni el alcalde, Agustín –humano, contradictorio y natural -, encarnado por Sergio Otegui; ni Julieta, su mano derecha y jefa de gabinete, mujer leal, lianta y encubridora de los intereses del partido y del alcalde, encarnada por la genial Ana Azorín, divertidísima y tan fresca como la borrasca que da título a la función.
Estamos en Madrid y, justamente el día de enero de 2021 en que la capital quedó colapsada por las toneladas de nieve caídas por mor de ‘Filomena’, esa Dana, gota fría o borrasca –da lo mismo-, el concejal de urbanismo tiene la mala suerte de que le cae encima una placa de hielo que lo deja allí mismo, tumbado en la acera y delante de La teta feliz, un prostíbulo de postín. El problema no es menor y Julieta y Agustín van a intentar encubrir o, en su defecto, difuminar lo evidente….
Junto a ellos, Inés Kerzan y Mireia Zalve, Rita (concejala de la oposición) y Tricia, meretriz de La teta feliz, respectivamente. Simplona y super progre la primera, y desenfadada y viva la prostituta. El lío está servido en medio del despacho del atribulado alcalde madrileño, sede del improvisado gabinete de crisis en donde apenas sí hay tiempo para intentar reconducir el “relato” ante la opinión pública del caso de un concejal –casado y, teóricamente, de vida ejemplar-, pillado in fraganti y protagonizando acciones poco ejemplares para la mayoría de sus votantes y, además, torpe catalizador de chanchullos urbanísticos inconfesables.
Los vaivenes de los personajes son constantes, siempre conducidos con facilidad y gracia por Ramón Paso que, finalmente, les dota de una humanidad y una fragilidad personal que, desde el principio, obtienen, si no el indulto - ¡bastaría más! -, sí la complicidad y la comprensión del público. La comedia es tan divertida como amarga porque, en el fondo, ese realismo, surrealismo e hiperrealismo a la vez que destila la comedia (corrupción, amaños electorales, mentiras y maquillajes de la verdad…), no es muy distinto del que vemos cada día en los periódicos y en los informativos de radio y televisión. Si la clase política es el fiel reflejo de los ciudadanos que les votamos, tenemos, desde luego, tragicomedia para rato.
‘Filomena’
Dramaturgia y dirección: Ramón Paso
Reparto: Sergio Otegui, Ana Azorín, Inés Kerzan y Mireia Zalve
Ayudante de dirección: Ainhoa Quintana
Iluminación: Carlos Alzueta
Vestuario: Ángela Peirat
Diseño gráfico: Ana Azorín
Prensa y comunicación: María Díaz
Compañía: PasoAzorín Teatro
Teatro Lara, Madrid
Hasta el 10 de septiembre de 2022