Diversas obras de Antón Chéjov sirven al dramaturgo y director argentino Pablo Messiez de base y excusa intelectual para levantar su nuevo montaje, ‘Las canciones’, con el que inaugura la nueva temporada el Pavón Teatro Kamikaze (permanecerá en cartel hasta el próximo 6 de octubre). En ella proclama sin ambages que la poesía, la música y la escucha son premisas imprescindibles del hecho teatral.
Aunque son espectáculos de naturaleza muy distinta, ‘Las canciones’ guarda también conexión con el anterior trabajo de Messiez, La otra mujer (un concierto) -https://www.diariocritico.com/teatro/la-otra-mujer-critica-, porque tanto uno como otro sitúan en el centro de la geografía emotiva y musical del director argentino la figura de Nina Simone, del mismo modo que Nina lo es en La gaviota de Chéjov. La imponente versión de la cantante norteamericana del My sweet Lord de George Harrison concentra las emociones, las vivencias y los recuerdos de los personajes de ‘Las canciones’ en un ejercicio catárquico altísimamente contagioso que invade durante más de un cuarto de hora escenario y patio de butacas del Pavón Kamikaze. Ese es el punto más álgido, pero antes y después hay también momentos llenos de emoción y poesía a través de canciones de Brel, Dalida, Bárbara, Cecilia Bartoli, Enrique Morente o Violeta Parra, entre otras voces y músicas que forman parte del acervo emotivo y musical del autor de ‘Las canciones’, y de muchos de los espectadores que acudirán estos días a disfrutar de la propuesta.
Javier Ballesteros, Carlota Gaviño (graciosísima, conformista y finalmente desmelenada ama de casa), Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro, Joan Solé y Mikele Urroz son los estupendos actores que dan cuerpo y voz a los siete personajes de Messiez que tanto evocan a Las tres hermanas, Ivanov y Tío Vania. Encerrados en una gran caja de música fabricada en madera - sencilla pero ajustadísima escenografía de Alejandro Andújar quien, además, firma también el vestuario del montaje -, tres hermanos, la pareja de alguna de ellas, y unos músicos que irrumpen en la casa, de forma inesperada, evocan la figura del padre muerto hace ahora un año. Son también decisivas en la consecución del clímax buscado por Messiez la iluminación de Paloma Parra, el ambiente sonoro diseñado por Joan Solé y el brillante movimiento de escena que ha planteado Lucas Condró.
En ‘Las canciones’, en fin y a nuestro juicio, brilla mucho más el Messiez director que el Messiez dramaturgo, aunque su empeño en reivindicar la escucha como parte esencial de la convivencia y la relación con los demás, en una época en la que las redes parecen dominar todos los ejes del diálogo personal y social, se hace más que necesaria. Nada más me gustaría que poder desdecirme de un artículo que publiqué hace unos años, y que, con evidente pesimismo, titulé Nadie escucha a nadie. Posiblemente, sí, la música sea el antídoto inicial contra este lamentable estado de incomunicación en el que incomprensiblemente parece que aceptamos habernos sumido todos.
‘Las canciones’
Texto
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Pablo Messiez, a partir de personajes y situaciones de las obras de Antón Chéjov
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Dirección
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Pablo Messiez
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Intérpretes
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Javier Ballesteros, Carlota Gaviño, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro, Joan Solé y Mikele Urroz
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Dirección de producción
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Jordi Buxó y Aitor Tejada
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Producción ejecutiva
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Pablo Ramos Escola
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Producción
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Víctor Hernández
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Escenografía y vestuario
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Alejandro Andújar
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Realización vestuario
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Ángel Domingo
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Ambientación
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María Calderón
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Colaboración vestuario
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Mamen Duch
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Iluminación
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Paloma Parra
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Diseño sonoro
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Joan Solé
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Coreografía
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Lucas Condró
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Ayudante de dirección y sobretítulos
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Javier L. Patiño
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Traducciones
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Lorenzo Pappagallo
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Distribución
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Caterina Muñoz Luceño
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Comunicación
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Pablo Giraldo
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Fotografía
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Vanessa Rábade
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Diseño gráfico
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Patricia Portela
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Una producción de El Pavón Teatro Kamikaze
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Hasta el 6 de octubre de 2019