Dentro del 37º Festival de Otoño de Madrid, en la Sala Pradillo, y durante tres días consecutivos -16, 17 y 18 de noviembre-, se ha presentado la performance creada e interpretada por Patricia Ruz y Alberto Jiménez titulada ‘Kapow’ y apostillada con el añadido de “Experimento escénico”, lo que muestra la clara conciencia de sus creadores de que el resultado conseguido quizás no alcance a satisfacer ni a los espectadores habituales de teatro ni, acaso tampoco, a los amantes de las performances.
Acudimos únicamente al tercer día de la propuesta escénica y a teatro lleno. La mecánica de construcción del experimento fue idéntica al de los dos anteriores: partiendo del hexagrama que propone el I Ching, el oráculo chino de los cambios, cada día se parte de una premisa distinta. El primer día, los padres; el segundo, la salud de cuerpo y alma, Y el tercero –es decir, al que asistimos nosotros-, la performance esencial. Para los autores, ’Kapow’ puede ser “un instante, una búsqueda desesperada de algo que justifique tanta cáscara de huevo, tanto pasar el aspirador cotidiano. Una pieza al filo del cuerpo y de la nada”.
En medio de una sencilla escenografía diseñada por Eleninja (una estrecha mesa blanca rectangular (donde los actores clavan cuchillos de grandes dimensiones) y varias sillas del mismo color diseminadas por el escenario), con una potente iluminación de David Picazo y las cauterografías de Marta Azparren, los dos intérpretes discurren durante la hora y media aproximada de duración del espectáculo vagando por el escenario de forma casi obsesiva. Alberto Jiménez, primero dando vueltas con una bicicleta y luego revolcándose entre los huevos estrellados contra el suelo lanzados por Patricia Ruz quien, a su vez, y desnuda durante gran parte de la propuesta, danza e interactúa con su compañero de performance. Ambos lanzan frases entrecortadas sobre el aquí y el ahora (“… ¡Tírame huevos… Me voy a quedar pegado aquí !”, “…¡Niña!, ¿qué quieres, pepino o calabacín?”), en una búsqueda improvisada y materialmente imposible de la corrupción y la gracia –los conceptos que habían salido expresados en la consulta del I Ching-, pero también hablando en español y en francés inventado sobre la vida, la muerte, el cáncer…
A lo largo del espectáculo, diversas músicas (sonidos orientales, africanos, y sajones) ilustran y envuelven las escenas de marcado carácter surrealista y dadaísta que se suceden ante los atónitos y sorprendidos ojos de los espectadores.
Una espectadora que estaba a mi lado, cuando estaba a punto de acabar la performance, le preguntó a su acompañante si faltaba mucho para terminar. La respuesta de ésta última me parece que resume mucho mejor de lo que yo podría hacerlo el sentido final del experimento teatral: “¡Ah!, ¿pero es que ha empezado?”. Quizás ’Kapow’ sea eso, un experimento vital, un instante y una eternidad a la vez en la que nada empieza y nada acaba.
’Kapow’. Experimento escénico
Autores e intérpretes:
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Patricia Ruz y Alberto Jiménez
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Ángeles custodios:
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Silvia Nieva y Jesús Barranco
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Diseño de iluminación:
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David Picazo
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Cauterografías, vídeo y diseño gráfico:
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Marta Azparren
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Diseño de escenografía:
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Eleninja
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Realización de escenografía:
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Taller Supermanitas
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Producción:
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El equipo de KAPOW en coproducción con Bella Batalla
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En colaboración con:
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Teatro de La Abadía, Teatro Pradillo y Fundación Psico Ballet Maite León (Madrid)
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Agradecimientos:
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Lola y Mas La Comademont (Girona), Elena D'Angelo, La Samurai Ibérica y Gabriela Martín
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Invitados colaboradores:
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Emilia Román Carrillo y Alberto Jiménez Vallescá (día 16 de noviembre) / Anabel Carabantes, Silvia Fernández, Paco Ortuño, Luis Murillo y Antonio Gómez (día 17 de noviembre) /Violeta Gil y Jaime Vallaure (día 18 de noviembre)
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Sala Pradillo, Madrid
18 de noviembre de 2019