Comienza temporada el Teatro Español de Madrid con el reestreno en su Sala Pequeña (Margarita Xirgu), de una pieza que ya pudimos disfrutar en la temporada pasada. Se trata de ‘Carmen, nada de nadie’, con dramaturgia de Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García, en montaje dirigido por Fernando Soto, que cuenta con idéntico equipo artístico y técnico, pero con un cambio esencial en el reparto porque el personaje de Carmen Díez de Rivera está encarnado ahora por la siempre inmensa Beatriz Argüello.
Junto a Argüello, los también excelentes Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massán dando vida a las figuras del Rey Juan Carlos, Adolfo Suárez y a Sonsoles de Icaza, la Madre de Carmen. De lo esencial del montaje, así como de la historia que se cuenta ya dimos fiel resumen en nuestra crítica anterior.
Ahora nos detendremos un poco en las diferencias surgidas con la entrada de Beatriz Argüello en el papel que antes era interpretado por Mónica López.
Pero antes digamos, para aquellos lectores que no quieren pinchar en el enlace, que Carmen Díez de Rivera fue la Jefa del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Adolfo Suárez. Nunca después ese puesto clave en el Palacio de la Moncloa ha sido cubierto por ninguna otra mujer. Su papel fue determinante en el desarrollo de los acontecimientos que trenzaron la Transición española a la democracia desde la dictadura del general Franco. Con una formación académica muy completa, dotada de una fuerza interior a prueba de bombas y con una personalidad y unas convicciones democráticas muy fuertes, Carmen tuvo que lidiar no sólo con las adversidades políticas del momento sino también con una vida personal dolorosa, incluso trágica porque descubrió justo en el momento en que estaba preparando su boda con Ramón, hijo del filonazi Serrano Súñer, que se trataba de su hermano de madre, fruto de una de las muchas aventuras extramatrimoniales que esta había tenido. La dolorosísima circunstancia que Díez de Rivera tuvo que atravesar en medio de las mil y una complicaciones políticas del momento (negociaciones con socialistas y comunistas, legalización del PCE, atentado de Atocha, diferencias con Suárez y con el Rey sobre la oportunidad y la velocidad que habría que imprimir a los acontecimientos…), convirtió a la protagonista de ‘Carmen, nada de nadie’, en una verdadera heroína de tragedia griega.
Justamente en este punto es dónde quiero incidir en la diferencia que puede encontrarse en la interpretación de Carmen en uno y otro montaje. Mónica estaba estupenda —ya lo dijimos entonces en nuestra crítica—, y soberbia está también Beatriz Argüello en esta versión. Si en la primera era el encanto personal del personaje lo que más brillaba en escena, en esta nueva Carmen que, por supuesto, sigue adornada por un encanto arrebatador, el personaje deja traslucir mucho más su batalla interior de personaje femenino de tragedia griega que lucha a brazo partido contra el destino. Ese es el hecho diferencial de una y otra interpretaciones que juzgo más que interesante para que vuelvan al Español aquellos espectadores que ya vieron esta interesantísima propuesta, y que quienes no pudieron acudir entonces no dejen de hacerlo ahora.
Y entontes como ahora, el espacio escénico que remite a despachos funcionales del Rey, el presidente del gobierno y la jefa del gabinete de este, lo firma Beatriz Sanjuán; la iluminación del montaje, llena de luces y sombras, es de Juanjo Llorens; el vestuario que remite a aquella segunda mitad de los años 70, es de Paola de Diego; el diseño de sonido es de Sergio Sánchez, y la videoescena de Elvira Ruiz.
Carmen Díez de Rivera e Icaza murió de cáncer de mama en 1999 a los 57 años, después de haber sido elegida como eurodiputada a finales de los 80, primero representando al Centro Democrático y Social (CDS), el partido fundado por Suárez, y a continuación, tras abandonar el CDS, por el Partido Socialista.
Estupenda, cuidadosa y respetuosa síntesis dramática la elaborada por Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García, e inteligente y medida puesta en escena de Fernando Soto que ayudará a recordar la magnética figura de Carmen a unos, y a su descubrimiento a otros, los más jóvenes espectadores. Y a ambos, estoy seguro, seducirá la hondura, la verdad y los múltiples matices del personaje que encarna con maestría Beatriz Argüello.
Ficha técnica de la obra de teatro 'Carmen, nada de nadie'
Dramaturgia: Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García
Dirección: Fernando Soto
Con: Beatriz Argüello, Oriol Tarrasón, Ana Fernández y Víctor Massán
Diseño de iluminación: Juanjo Llorens
Diseño de espacio escénico: Beatriz Sanjuan
Diseño de sonido: Sergio Sánchez
Diseño de videoescena: Elvira Ruiz
Diseño de vestuario: Paola de Diego
Una producción de Teatro Español y Tablas y más tablas
Teatro Español (Sala Margarita Xirgu), Madrid
Del 10 de septiembre al 19 de octubre de 2024