El Centro Dramático Nacional junto con el Teatro Nacional D. Maria II de Lisboa y Terra Amarela coproducen ‘Calígula murió. Yo no’, un texto de Claudia Cedó a partir del Calígula de Albert Camus, en montaje dirigido por el portugués Marco Paiva.
En pocas palabras, y trenzando realidad y ficción, en la propuesta se narra cómo una compañía de teatro retirada vuelve a las tablas para representar una adaptación del Calígula de Camus en la que el director de escena busca de la mejor forma posible, cómo se puede desembocar en la tiranía y es él quien acaba cayendo, precisamente, en ella.
El director de la obra, Jesús, interpretado por Jesús Vidal, se levanta un buen día recordando que estaba soñando que se suicidaba y, a partir de ahí, se replantea el sentido de su existencia agarrándose obsesivamente a levantar una obra total, redonda. Pero tendrá que bregar con un elenco coral y diverso de los que forman parte Paulo Azevedo (Paulo, Mucio, Helicón, Patricio), Maite Brik (deliciosas sus interpretaciones de Maite y Mujer de Mucio), André Ferreira (André, Calígula, Escipión), Rui Fonseca (Rui, Patricio), Luís Garcia (Luís, Calígula), Ángela Ibáñez (portentosa, imparable Ángela), y Fernando Lapeña (Fernando, Viejo patricio, Casio).
Asegura Cedó, la autora de la versión, que “Sísifo, sentenciada a subir a cuestas la misma roca hasta la cima de la montaña una y otra vez, se da cuenta de repente de que aquello no es una condena, sino que sencillamente es su condición”. Se puede acudir a la mitología para justificar lo inevitable pero también puede decirse, con palabras más sencillas, pero con idéntica contundencia que es mejor hacer de la necesidad virtud para no rondar las riberas de la depresión o de la inacción. Y de eso saben mucho todos los actores que están a las órdenes de Jesús -prácticamente ciego-, que cargan desde hace tiempo con sus diversidades funcionales respectivas, ya sean auditivas, físicas o intelectuales. Todos se han doctorado, a la fuerza, en bregar en la lucha contra la adversidad.
Conjugar tanta diversidad no es tarea fácil pero Marco Paiva, director del montaje, con ayuda del equipo artístico (escenografía, luz, vestuario, sonido…), ha sabido conjugar un clima intranquilizador, enigmático y hasta cierto punto amargo, con la fuerza, la determinación y la lucha de los personajes contra la injusticia. Situaciones no muy distintas de las que, sin duda, siguen viviendo a diario los actores que les dan vida en sus biografías personales respectivas. Esa circunstancia, no muy distinta en el escenario y en la vida real, es la fuerza que arrastra ‘Calígula murió. Yo no’, una propuesta que puede verse en el Teatro María Guerrero de Madrid hasta finales de la primera semana de junio, y un poco más tarde en Lisboa.
‘Calígula murió. Yo no’
Texto: A partir de Calígula de Albert Camus
Versión: Clàudia Cedó
Dirección: Marco Paiva
Reparto: Paulo Azevedo, Maite Brik, André Ferreira, Rui Fonseca, Luís Garcia, Ángela Ibáñez, Fernando Lapeña y Jesús Vidal
Escenografía: José Luis Raymond
Iluminación: Nuno Samora
Diseño de vestuario: Ikerne Giménez
Espacio sonoro: José Alberto Gomes
Vídeo: Claudia Oliveira
Ayudante de dirección: Magda Labarga
Ayudante de escenografía: Laura Ordás
Ayudante de iluminación: Enrique Chueca
Ayudante de vestuario: Tania Tajadura
Ayudante de videoescena: Rubén Gómez
Intérprete de lengua de signos española: David Blanco
Intérprete de lengua de signos portuguesa: Barbara Pollastri
Coaching de interpretación y apoyo en inclusión: Kube Escudero y Ainhoa Pérez
Asesora de inclusión: Inés Enciso
Fotografía: Luz Soria
Tráiler: Bárbara Sánchez Palomero
Diseño de cartel: Equipo SOPA
Coproducción del Centro Dramático Nacional, Teatro Nacional D. Maria II y Terra Amarela
Colabora: AMÁS Escena, Instituto Camões da Cooperaçao e da Língua
Teatro María Guerrero, Madrid
Del 19 de mayo al 6 de junio de 2021