El coletudo, que dice que ese día en Las Ventas se dejó llevar "por el sentimiento", admite que la repercusión ha sido máxima
09/11/2018@19:05:10
'Primum inter pares'. O, si prefieren otro 'latinajo' lleno de verdad como su toreo: 'Vini', 'vidi', 'vincit'. Ambos resumen a la perfección lo acontecido con el único paseíllo de Diego Urdiales en la pasada Feria de Otoño en la cátedra y catedral de Las Ventas el pasado 7 de octubre. Donde llevó a cabo la mejor, más pura y más sentida faena de este año no sólo en la Monumental, sino casi seguro en todo el 2018 ya concluido, como piensa el firmante de esta entrevista (y mucha más gente). No sólo por la belleza inmarcesible de la misma, que también, sino por la repercusión que tuvo en su momento y sigue teniendo, ya que se sigue hablando sin para de ella. La que ha catapultado ahora a este veterano coletudo, siempre fiel a su línea de intentar la pureza y la verdad –también en lo personal-, siempre sin traicionarse, como ha cascabeleado en otras muchas ocasiones, y que las injustas y manipuladas estructuras del sistema no le han servido nunca para hacer los paseíllos que se merece. Mas ahora, tras esta explosión que estremeció las fibras sensibles de los que tuvimos el privilegio de disfrutar en directo de su labor ante 'Hurón', al que desorejó –tras haber obtenido también un trofeo en su primer enemigo, 'Retama', ambos de la divisa de Fuente Ymbro-, el sistema se ve obligado a tragar y a colocarlo en todas las ferias. De momento ya es seguro su doblete en el ciclo isidril de 2019. Y olé.