04/09/2024@09:46:26
Los responsables de la política monetaria BCE están cada vez más divididos sobre las perspectivas de crecimiento de la zona euro a medida que la economía muestra señales mixtas, situación que podría condicionar el debate sobre las bajadas de tipos durante los próximos meses. En el seno del BCE hay dos grupos principales de opinión.
Por un lado, los defensores de una política monetaria más relajada, que consideran que la situación económica es más débil de lo esperado y temen una recesión.
Argumentan que, con el debilitamiento del mercado laboral y la posible disminución del empleo, el consumo y la inflación también caerán, lo que sugiere la necesidad de reducir los tipos de interés más rápidamente para evitar una inflación por debajo del objetivo del 2%.
Por otro lado, los conservadores en política monetaria creen que la economía sigue siendo fuerte, con un consumo robusto y un crecimiento salarial que supera el nivel compatible con el objetivo de inflación del 2%.
Consideran que la desaceleración industrial es más una cuestión estructural que de política monetaria. Este grupo aboga por una reducción gradual de los tipos de interés, para no arriesgar la credibilidad del BCE.
Aunque hay un consenso para recortar los tipos en la reunión del 12 de septiembre, el debate se intensificará en las reuniones siguientes. La presidenta del BCE deberá equilibrar estas perspectivas divergentes al comunicar las decisiones del banco, con algunos temiendo que destacar demasiado los riesgos de crecimiento podría aumentar las expectativas del mercado sobre futuros recortes de tipos, mientras otros creen que es necesario un enfoque más cuidadoso ante el panorama económico incierto.