17/07/2016@13:08:45
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se ha visto obligado a responder a las acusaciones, algunas en voz alta, que implican a EEUU en el fallido golpe de Estado contra el Gobierno de Erdogan. El principal sospechoso de la asonada militar es el clérigo turco exiliado en Nueva York, Fetullah Gülen, por lo que nadie entiende que los servicios secretos de Obama no estuvieran al tanto de una operación de tal envergadura como la que le atribuyen desde Ankara, donde ya se han iniciado los preparativos para solicitar la extradición. Sólo caben dos explicaciones si realmente Gülen es el instigador de la rebelión: incompetencia o… alguien miró hacia otro lado. La tardanza de la Casa Blanca este viernes en dar su apoyo al presidente de un país aliado no pasó desapercibida.