24/05/2016@07:34:00
Un año después de las elecciones municipales, la capital siente ya el poso del primer año de gobierno de Ahora Madrid con su alcaldesa, Manuela Carmena, al frente. El aire cercano de la regidora que viaja en Metro se ha traducido en una forma de hacer política -plenos municipales abiertos o una consulta sobre los presupuestos, son ejemplos de ello-; pero este año también han sido protagonistas aspectos menos populares del ejecutivo local. Polémicas en torno al equipo de gobierno -Memoria Histórica, títeres y cabalgata de Reyes incluida-, han acaparado titulares en un año en el que se han tomado importantes decisiones. El fin de la Operación Chamartín, el posicionamiento activo respecto a los refugiados, la reforma planteada de la Puerta del Sol, la Plaza y el Edificio España o la reducción de la deuda en más de 870 millones han convivido junto a otras muchas anécdotas como el cenicero portátil o el mapa de las cacas de perro. Aletargadas, pospuestas o venidas a menos quedaron otras grandes promesas electorales como el fin de los desahucios, la auditoría de la deuda o la remunicipalización de los servicios privatizados.