Daniel Sancho conocerá su futuro en apenas un mes. Está previsto que el próximo 29 de agosto el juez haga pública su sentencia tras el juicio por el asesinato a Edwin Arrieta.
Pero pese a que el juicio acabó hace meses, la defensa del hijo de Rodolfo Sancho sigue trabajando e intentando que la pena sea lo más reducida posible.
Y es que entre las posibilidades se encuentra la pena de muerte, pues Tailandia recoge en su legislación la pena capital para crímenes graves como el que cometió Sancho. Además, la Policía y la Fiscalía insistieron en el juicio en que fue un asesinato premeditado, lo que podría incrementar su condena.
Por ello los abogados defensores siguen intentando demostrar ante el juez que la muerte fue accidental y no planeada e intentar así que el magistrado acepte una pena de varios años de prisión y no la capital o la perpetua.
Últimos informes al juez
Según han informado miembros de la defensa de Daniel Sancho, han enviado un documento largo y exhaustivo a la Corte de Tailandia.
Unos documentos que refuerzan la hipótesis que han sostenido durante todo el proceso de que la muerte de Arrieta fue un accidente tras una pelea y no algo planeado.
El informe contiene 31 páginas en las que se detalla, entre otros asuntos, el comportamiento del acusado en los momentos anteriores y posteriores al asesinato, pruebas que consideran que demuestran que nada estaba planeado.
Uno de los argumentos que ofrecen es que el joven chef no oculta su identidad ante las cámaras en ningún momento, lo que para ellos confirma toda la improvisación ante un desenlace fatal.
En su opinión si lo hubiese planeado habría evitado ser grabado por las cámaras de las tiendas y tampoco habría entregado su documentación.
En el citado programa el portavoz ha revelado también que el juez les pidió el 2 de mayo que no testificasen para poder acabar el juicio en fecha, pero que a cambio les permitía presentar este informe.
Un último documento que forma parte de otros 6 informes elaborados por los abogados que refuerzan la teoría del crimen accidental.
Ahora el juez tiene un mes con todo sobre la mesa para poder decidir el futuro del joven español, que lleva encarcelado en la prisión de Koh Samui desde hace casi 1 año.