El obispo Charles H. Ellis III, encargado de oficiar el funeral de Aretha Franklin, se vio obligado a disculparse con la joven cantante Ariana Grande por la forma en la que la abrazó tras su actuación.
Las cámaras captaron el momento en que Ellis se acercó a la artista y la agarró presionando sus dedos contra un lado de su pecho. Asimismo, tuvo que rectificar una broma sobre su apellido por haber causado malestar entre la comunidad hispana.