Las 10 monjas de la comunidad de clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña han anunciado vía burofax al Arzobispado de Burgos su "unánime e irreversible posición" de dejar la Iglesia católica, y han indicado que cualquier pena o sanción canónica, como la excomunión, son "nulas".
De las 16 religiosas que eran parte de la comunidad una salió porque no quería ser parte de la secta de la Pía Unión de san Pablo Apóstol y las 5 enfermas de edad avanzada no han sido consideradas cismáticas por el comisario pontificio, Mario Iceta. El arzobispo de Burgos fue elegido por el papa Francisco para arreglar este complicado asunto donde se mezclan razones inmobiliarias, doctrinales, económicas y de liderazgo. Las monjas habían pedido una prórroga pero esta ha llegado a su fin este viernes.
En un comunicado sacado en Belorado este viernes y divulgado a través de las redes sociales, las clarisas han subrayado que su decisión de abandonar la Iglesia es fruto de una "madura, meditada y consciente reflexión" y han señalado que el Manifiesto Católico del 13 de mayo, firmado por la abadesa, fue firmado por todas.
Las religiosas tenían como fecha límite hasta las 14:00 de este viernes para presentarse ante el Tribunal Eclesiástico, para declarar por un delito de cisma, pero no se lo han hecho, lo que deja vía libre al Arzobispado de Burgos para conforme al Derecho Canónico declarar su excomunión, un decreto que va a tener que firmar el arzobispo, Mario Iceta.
El cisma es un hecho
En un comunicado que han firmado las 10 clarisas de Belorado y Orduña "en respuesta a la amenaza", y "tras haber considerado la 'mano tendida' del señor Iceta para comparecer ante un 'tribunal eclesiástico' con amenaza de excomunión", las hermanas citadas a comparecer dicen que no lo van a hacer y confirman, vía burofax, su "unánime e irreversible posición", lo que da por confirmado el cisma.
Así lo han amnifestado "en respuesta a la amenaza" de la "Iglesia conciliar, surgida tras el latrocinio Vaticano II", aseguran en su escrito, en el que dejan claro que "nos separamos libre, voluntaria y decididamente" de la Iglesia católica.
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