Existen muchos casos de niñas y niños, lamentablemente, desaparecidos que han conseguido ser noticia en todo el mundo. Pero pocos han dado tanto que hablar como lo que sucedió en el año 2007 con Madeleine McCann, la cual desapareció con únicamente 3 años en Portugal, y cuyo caso todavía continúa siendo una auténtica incógnita.
Hace un año salió en todas partes que Julia Wendell (también conocida como Julia Faustyna o Julia Wandelt), de origen polaco declaró en una entrevista para la BBC que ella era Madeleine, unas declaraciones que calificó de la siguiente manera: "Nunca quise lastimar a nadie, incluidos los McCann. Solo quiero saber quién soy". Pese a que la policía polaca no le dio mucha credibilidad a su historia, e incluso hubo una prueba de ADN hecha en EEUU que la contradecía, Wendell ha vuelto a alzar la voz en una cuenta en redes sociales.
En concreto, en la red social Instagram, la joven polaca de 23 años ha anunciado un análisis de ADN con el fin de demostrar que es Madeleine. Cabe reseñar, que los padres de la niña desaparecida en el año 2007 se negaron a participar en dichas pruebas.
Para este análisis se ha usado el perfil genético de Wendell con ADN que fue encontrado en la habitación donde desapareció Madeleine. Según los datos, Julia Wendell no es de origen polaco, sino que el suyo sería británico e irlandés. Además, tendría un 69,23% de coincidencia genética con Gerry McCann, por lo que según se comenta en dicho documento, habría "una coincidencia perfecta entre padre e hijo (...) La evidencia científica apoya firmemente que McCann podría ser el padre biológico de Julia". Además, un gran experto en genética como Monte Miller ha dado el aval a este análisis.
"Una conexión familiar casi segura"
Este último habría enviado un email a la joven con estas palabras: "Coinciden bastante bien, más de lo que esperaría al azar, por lo que emerge un patrón específico que parece una conexión familiar casi segura". Por su parte, Wendell también ha aportado información de otro experto que llegó a la conlcusión que sus ojos, dientes y voz coinciden con la niña desaparecida.
Un hecho es que la edad entre las dos no encaja, ya que Julia Wendell cuenta con 23 años y Madeleine tendría en estos momentos 21, algo que la polaca asegura que es porque es adoptada y por lo tanto no ha podido conseguir nunca una copia de su certificado de nacimiento, por lo que esos 23 años podrían no ser su verdadera edad.
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