Un insólito suceso ha generado asombro a nivel mundial tras la difusión de un vídeo donde se muestra el momento exacto en que una ballena jorobada traga y escupe segundos después a un hombre.
Esta especie de 'Jonás' bíblico realizaba una travesía en kayak por el estrecho de Magallanes, en Chile, y el vídeo fue compartido ahora, aunque los hechos tuvieron lugar el sábado 8.
El protagonista de esta historia es Adrián Simancas, un joven venezolano de 24 años, quien junto a su padre Dell emprendió una aventura en kayaks individuales desde Punta Arenas, ubicada aproximadamente a 3.000 kilómetros al sur de Santiago de Chile. La intención era explorar la Bahía del Águila, un lugar conocido por su fauna marina, incluidas las ballenas jorobadas que suelen alimentarse en esa zona.
Aparece la ballena
Durante la expedición, Dell grababa a su hijo cuando, de manera inesperada, una ballena aparece en escena. En cuestión de segundos, el mamífero engulle al joven, que desaparece momentáneamente bajo el agua para reaparecer poco después siendo escupido por el animal. Su padre, que logró capturar toda la escena accidentalmente, acudió rápidamente a socorrerle.
Adrián no dudó en relatar su experiencia ante el diario 'CHV Noticias', describiendo el miedo extremo que sintió durante aquel instante. "Pensé que había muerto, que algo me había atacado para devorarme", explicó.
"De pronto, siento un golpe fuerte que me impulsa hacia atrás. Al girarme, noto algo carnoso, de color azul y blanco, que me roza la cara y me hunde en diagonal desde arriba", añadió Adrián.
Durante unos angustiosos segundos, el joven permaneció sumergido hasta que finalmente emergió a la superficie gracias al chaleco salvavidas que llevaba puesto.
El desconcierto inicial dio paso a la incredulidad tanto para Adrián como para su padre: "No sabía que era una ballena hasta que salí. Solo escuché un ruido fuerte y no vi ni a mi hijo ni al bote".
Suceso poco frecuente
Este caso único, aunque aterrador, confirma lo poco frecuente que son los ataques de ballenas jorobadas contra humanos.
Los expertos en fauna marina apuntan a que estos gigantes carecen de la capacidad física para consumir seres humanos debido al tamaño reducido de su esófago, que no está adaptado para digerir alimentos tan grandes, sino pescado y otros organismos marinos.
Jonás y la ballena
Adrián, además, no presentó lesiones visibles tras el incidente, aunque aseguró que nunca olvidará lo ocurrido. Ha sido comparado con la figura bíblica de Jonás, aunque en realidad el libro sagrado de los cristiano no habla d euna ballena como tal, sino de "un gran pez".
Jonás fue un profeta que al principio no quería seguir los designios divinos, pero que luego termina aceptando tras pasar 3 días en el interior de esta criatura y rezar a Yavé para que lo salvara. Tras la intervención divina, fue escupido por el animal a tierra firme.
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