El caso del chat interno entre agentes de la Policía Municipal donde se deseaba la muerte de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o donde se ensalzó a Hitler y se deseaba la muerte de inmigrantes se debió a la denuncia de un componente del cuerpo que participa en dicho chat grupal. Se detectó también una serie de injurias y amenazas graves a determinadas autoridades de la Corporación Local, medios de comunicación, población e incluso al mismo denunciante.
El Ayuntamiento ha ofrecido la máxima protección al agente con el fin de evitar nuevas amenazas o cualquier tipo de agresión física o moral contra el mismo. Además, seguirá una investigación interna para el esclarecimiento de los hechos, así como buscar a sus presuntos responsables.
Por otra parte, se han abierto varios expedientes disciplinarios y se les ha retirado armas y placas para que no puedan seguir ejerciendo como agentes en activo hasta que se aclare su situación. El Ayuntamiento de la capital encuentra varias faltas graves relativas a discriminaciones por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, opiniones políticas, grave desconsideración con los superiores, compañeros, subordinados o ciudadanos, en el ejercicio de sus funciones o cuando se cause descrédito notorio a la Institución Policial.
Medidas cautelares
Las medidas cautelares aplicadas en la incoación de los expedientes disciplinarios son la suspensión temporal de funciones, retirada temporal del arma y credencial reglamentaria (la placa), y la prohibición de acceso a cualquier base de datos policial y corporativa del ayuntamiento de Madrid, así como a las dependencias de Policía Municipal sin autorización, que afectan a los individuos integrados en la información reservada y ahora en los expedientes disciplinarios que de ella se derivan.
Además, el Ayuntamiento de Madrid se ha personado en el proceso penal abierto en el juzgado de Madrid respecto a estas conversaciones del chat de Whastsapp.