Por quée los hombres no se atreven a descubrir su punto G

Me ha quedado muy claro: los hombres no se atreven a descubrir su punto G. La estimulación del Punto G de los hombres (más conocido como Punto P) puede llevarse a cabo de forma externa, pero esto es mucho más difícil que si se hace directamente a través de la penetración anal.

Y aquí saltan las alarmas para muchos de ellos... "¡Mi culo no!" "Por ahí... ¡ni el pelo de una gamba!" y otras expresiones de este tipo son las que solemos escuchar. Pero... ¿opinará todo el mundo lo mismo?

Te dejo que lo descubras en este vídeo con el que me re-incorporo a la sexpregunta de la semana. Espero que dejes tu opinión, que des like si verdaderamente te gusta y, por supuesto, que compartas con esa persona que te encantaría que se animase a descubrir nuevas sensaciones.

Como ves, no se trata de incapacidad para disfrutar, ni siquiera de dificultades para practicar el sexo anal (que a veces también existen). Al fin y al cabo es un tema educativo. Los hombres temen que, si abren su puerta trasera, se ponga en juego su virilidad o, peor aún (en su opinión, obvio), que puedan volverse homosexuales.

Evidentemente, resulta imposible que ser más o menos masculino dependa de sentir o no placer a través del Punto P. Más que nada porque la masculinidad es algo totalmente subjetivo y, de juzgarse, no suele requerir información sobre lo que haces o no con tu ano.

Por otro lado, el absurdo de considerar que la orientación sexual de una persona pueda tener que ver con las prácticas sexuales que practique no tiene fin. ¡Obvio que no guarda ninguna relación!. Pero, la sociedad... ¡erre que erre!

Sin duda nos queda mucha tarea en educación sexual, muchos mitos que derribar y muchos tabúes que romper. Mientras tanto, animo a los hombres que lo deseen a experimentar sin límites y, quien no quiera, no está obligado.