El seguro de decesos es una de las pólizas que el asegurado no 'disfruta', pero que ayuda a sus allegados en un momento duro como es el fallecimiento.
Cada vez más personas se decantan por contratar uno y evitar así que sus amigos o familiares tengan que asumir el gasto de su muerte.
Y es que el fallecimiento de un ser querido conlleva una serie de gastos que son más elevados de lo que uno cree. Es un tema del que no se suele hablar mucho, pero lo cierto es que dado el incremento actual del precio de muchos servicios, asumir un entierro es un golpe económico.
Como hemos explicado en otros artículos, un entierro supera en casi todo el país los 3.000 euros, pero hay comunidades en las que ya asciende a 6.000 e incluso 8.000 euros. Un coste que puede verse reducido a cero o prácticamente cero si el fallecido cuenta con un seguro de decesos.
¿Quién se hace cargo de los pagos?
Cuando alguien que no tiene seguro de decesos fallece, son sus herederos quienes tienen que asumir el coste del funeral de manera obligatoria.
Para un funeral existen una serie de gastos y trámites administrativos, el pago del féretro, del alquiler de la sala del tanatorio, el sepelio...etc.
Todo ello supone entre 3.00 y 8.000 euros, dependiendo de la comunidad y los servicios requeridos.
Según la legislación, los obligados a hacerse cargo del entierro son los familiares del siguiente grado: ascendientes, descendientes y cónyuge. Los hermanos no están obligados.
También están obligados los herederos aunque no sean familiares. Todo aquel que esté en el testamento por ejemplo.
¿Y si los familiares no tienen dinero?
En los casos en los que los familiares obligados a abonar el entierro no puedan hacerlo, el ayuntamiento de la localidad del fallecido se hará cargo.
Aunque para ello todos deberán demostrar que son insolventes. No sólo hay que comunicar esta situación, sino acreditarla.
También se puede sacar dinero de la cuenta del fallecido para abonar estos gastos y el banco confirmará que el retiro sea exclusivo para este trámite.
Si (
No(
