Hoy, 8 de julio, se celebra el día de San Procopio según el santoral católico. ¿Quién era este personaje y por qué fue santificado?
Nacido en Palestina, san Procopio fue un mártir en tiempos del emperador romano Diocleciano, el cual fue conducido desde la ciudad de Scytópolis a Cesarea, donde, por manifestar su fe cristiana, fue decapitado por el juez Fabiano.
Vida y obra
Bajo el mandato del emperador Diocleciano, se emitieron múltiples decretos que empeoraron la situación de los cristianos en el Imperio Romano. Esta serie de edictos culminaba con una persecución abierta, caracterizada por encarcelamientos, crucifixiones, hogueras y decapitaciones. La razón principal es el temor del emperador de que los cristianos, al rechazar los dioses tradicionales del Imperio, pudieran amenazar la unidad del mismo.
Muchos cristianos, lamentablemente, sucumbieron al miedo y, para evitar el martirio, sacrificaron a los ídolos. Sin embargo, Procopio no cedió. Originario de Scitopolis, y residente en Jerusalén, Procopio destacó por su devoción a Jesucristo y su deseo de imitarlo. A diferencia de aquellos que buscan una vida cómoda y evitan el sufrimiento, Procopio vivió austeramente, dedicándose a la preparación espiritual para enfrentar el martirio.
Procopio asumió varias responsabilidades dentro de la Iglesia, además de profesar su fe cristiana. Como Lector, leía en voz alta los textos sagrados al pueblo, y como Exorcista, ayudaba a los poseídos con la autoridad que le confería su fe. También fue encargado por el obispo de traducir los textos litúrgicos del griego al arameo, la lengua vulgar.
Con el inicio de la persecución, Procopio fue trasladado a Cesarea, donde comenzó una feroz lucha contra aquellos que veneraban a los ídolos paganos. Ante el gobernador Flaviano, Procopio se negó a ofrecer incienso a los ídolos y a los emperadores romanos, lo que fue considerado un crimen de Estado. Como resultado, Procopio fue decapitado.
El sacrificio de Procopio inspiró a muchos cristianos en Cesarea, quienes se presentaron ante Flaviano declarando también su fe y su rechazo a los ídolos. Su número fue tan significativo que el gobernador, para evitar una masacre y mantener la apariencia de control, permitió una simulación en la que los cristianos parecían ofrecer incienso sin realmente hacerlo.
A lo largo de los años, algunos cristianos elaboraron una leyenda sobre Procopio, presentándolo como un perseguidor convertido dramáticamente, similar a San Pablo, y que luego se convirtió en un ferviente predicador. Sin embargo, esta versión adornada no es necesaria para apreciar la verdadera grandeza de Procopio. La figura sencilla del clérigo que vivió y murió cumpliendo con su deber es un testimonio suficiente de su santidad y devoción.
8 de julio: también es su santoral hoy
Otros santos que se conmemoran hoy son:
- San Adriano III papa
- San Áquila
- San Auspicio de Toul
- San Colomano de Turingia
- San Disibodo de Renania
- Santa Gliceria de Heraclea
- San Juan Wu Wenyin
- Santa Landrada
- San Pancracio de Taormina
- Santa Priscila
- San Quiliano de Herbipoli
- Santa Rufina
- San Totnano de Turingia