Hoy, 3 de diciembre, se celebra el día de San Francisco Javier según el santoral católico. ¿Quién era este personaje y por qué fue santificado?
Francisco de Jasso y Azpilicueta fue un religioso y misionero español que fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Francisco Javier.
Vida y obra
Respecto a las diferentes formas en que utilizó su nombre, se le conoce como Francisco de Jasso en el contrato de arrendamiento que realizó en Burguete en representación de su madre. En su proceso de nobleza, aparece como Francisco de Jasso y de Xabier. Sin embargo, al formar parte de la orden jesuita, optó por usar el apellido materno, al igual que su hermano, quien heredó el señorío de Javier.
Fue un destacado misionero jesuita, formó parte del grupo fundador de la Compañía de Jesús y fue un cercano colaborador de su creador, Ignacio de Loyola. Su labor misionera se llevó a cabo principalmente en el oriente asiático y en Japón, donde dejó una huella significativa. Por sus esfuerzos, se le otorgó el título de Apóstol de las Indias, habiendo recorrido más de 120,000 km, lo que equivale a 3 veces el diámetro de la Tierra.
Nació en 1506 en el seno de una familia noble, siendo el hijo menor de 5 hermanos. Su padre, Juan de Jasso, ocupaba el cargo de presidente del Consejo del Rey de Navarra, Juan III de Albret. En cuanto a su madre, María de Azpilicueta, provenía también de una familia noble, relacionada con el conocido doctor navarrus, Martín de Azpilicueta.
En el año 1524, la decisión de estudiar en París, específicamente en la Sorbona, fue tomada por Francisco Javier. Antes de esto, había completado su formación académica en varias ciudades de Navarra, finalizando sus estudios en Pamplona. En París hizo amistad con Íñigo de Loyola, quien más tarde sería conocido como san Ignacio de Loyola. Este último estuvo a su lado en los momentos complicados que vivió en la ciudad, brindándole apoyo constante, especialmente cuando Francisco enfrentó dificultades económicas.
En ese lugar, junto a otros 5 compañeros, se forma lo que más tarde se conocería como el embrión de la Compañía de Jesús. El 15 de agosto de 1534, tras concluir sus estudios, realizan un juramento de caridad y castidad, al mismo tiempo que se comprometen a viajar a Tierra Santa, en la Cripta del Martirio de Montmartre. Después de participar en los Ejercicios espirituales junto a Ignacio de Loyola, Francisco decide permanecer en París durante dos años más para continuar su formación en Teología.
En el año 1537, se encuentra con Ignacio de Loyola para iniciar un viaje hacia Italia. En Roma, tienen la oportunidad de visitar al papa Paulo III, a quien le solicitan su bendición antes de partir hacia Tierra Santa. Sin embargo, este viaje no podrá llevarse a cabo debido a la guerra que ha estallado entre Venecia y Turquía.
Una vez en Venecia, es ordenado sacerdote el 24 de junio. Durante su tiempo en esta ciudad, mientras esperan el barco que los lleve a Tierra Santa, él y sus compañeros se dedican a predicar en los alrededores. Ante la prolongada espera del viaje, deciden regresar a Roma, donde se ofrecen al Papa para ser enviados a cualquier otro lugar.
En 1540, parte hacia Lisboa, donde comenzará una de las etapas más significativas de su vida: la de misionero. Este viaje a Portugal fue resultado de una solicitud realizada por el embajador portugués en Roma, Pedro de Mascarenhas, quien en nombre de Juan III de Portugal, pidió a Ignacio de Loyola algunos hombres para enviarlos a las Indias Orientales. Para esta misión, el papa lo nombró como su legado en las tierras del Mar Rojo, del Golfo Pérsico y de Oceanía, abarcando ambos lados del Ganges.
La llegada de un barco chino, que debe introducirlos clandestinamente en el continente, es lo que esperan. En una choza se encontraba Francisco Javier, acompañado por su leal amigo de origen chino, Antonio de Santa Fe. Sin embargo, debido a las condiciones de pobreza y al gélido viento que azotaba la isla, Francisco contrajo una pulmonía. Como resultado, sufrió fiebre y comenzó a delirar, exclamando: "Madre de Dios, ten misericordia de mí" y "Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí". Esa noche del viernes, Antonio lo atendió con dedicación y al amanecer del sábado, el 3 de diciembre de 1552, Francisco Javier falleció a los 46 años de edad, "se durmió en el Señor".
Un grupo de portugueses del barco "Santa Cruz" brindó su ayuda a Antonio para colocar el cuerpo en una caja de madera, añadiendo cal al ataúd antes de proceder a enterrarlo. 3 meses más tarde, decidieron desenterrar el cuerpo para trasladarlo a Malaca. Al examinarlo, se dieron cuenta de que estaba sorprendentemente fresco, como si aún estuviera vivo. Así que lo colocaron en una caja de mejor calidad, le aplicaron brea y continuaron su viaje.
A su llegada a Malaca, la recepción fue entusiasta y, curiosamente, la gran mortandad que azotaba la región cesó de inmediato. Un enfermo besó el cuerpo y experimentó una curación milagrosa. Posteriormente, el cuerpo fue llevado a Goa, la capital de la antigua colonia portuguesa, donde él mismo había expresado su deseo de ser enterrado. Su llegada tuvo lugar en la primavera de 1554 y fue recibida con gran fervor.
En esta ciudad se encuentra el cuerpo incorrupto de San Francisco Javier, resguardado en la Basílica del Buen Jesús de Goa. Este santo es expuesto al público cada 10 años dentro de una urna de cristal y plata en su base, lo que ha convertido a Goa en un importante lugar de peregrinación para devotos provenientes de toda India, sin importar su religión. Aquellos que caminan hasta diez días para llegar al sitio esperan hasta siete horas para ver al santo, atrayendo hasta tres millones de devotos en un periodo de 44 días.
Fue canonizado por el papa Gregorio XV el 12 de marzo de 1622 junto a san Ignacio de Loyola, santa Teresa de Jesús, san Isidro Labrador y san Felipe Neri.
San Francisco Javier es copatrón de toda Navarra compartiendo este título con san Fermín.
3 de diciembre: también es su santoral hoy
Otros santos que se conmemoran hoy son:
- San Ambico
- Santa Atalia
- San Birino
- San Casiano de Tánger
- San Claudio tribuno
- San Crispino mártir
- San Galgano
- Santa Hilaria
- San Jasón
- San Lucio eremita
- Santa Magina
- San Mirocles
- San Sofonías