La única conclusión del socialista tras la reunión es que ”llevamos 35 días desde las elecciones y el señor Rajoy no ha sumado ni un solo escaño”, por lo que le ha instado a perseverar en “la vía del 179” como ha hecho en la Mesa del Congreso con Ciudadanos y con ayuda de los nacionalistas catalanes, vascos y canarios para propiciar una "mayoría conservadora".
A pesar del 'desencuentro', ambos se han arrojado el mismo argumento de "urgencia" que exige formar Gobierno cuanto antes, salvo que Sánchez para apremiar a Rajoy a negociar con sus "aliados potenciales" y a Rajoy para "reblandecerle" en busca de, al menos, la abstención de seis de sus diputados. Este es el número de diputados que, según los cálculos del líder socialista, le faltarían a Rajoy, para conseguir la mayoría absoluta (176).
Todo un desafío porque Sánchez -además de dar por hecho el si de Ciudadanos- lo ha dicho con Convergéncia ya instalada en el Grupo Mixto, 'traicionada' por el PP, es decir, con sus ocho diputados instalados en un no ya inamovible. El PNV, asimismo, ha reiterado su voto en contra, con la vista puesta en las elecciones vascas del 25 de septiembre.
Sánchez parecía, de todos modos, dejar una puerta abierta al insistir en que las decisiones las toma el Comité Federal, al que de paso ha recordado que el PSOE es "la primera fuerza política de los ciudadanos que quieren un cambio". Facilitar un nuevo Gobierno de Rajoy "es pedir que alteremos el resultado de las elecciones".
La oferta de Rajoy
“Es un planteamiento democrático que comparte mucha gente, tranquilizaría a los inversores y a los agentes sociales. Transmitiría un buen mensaje dentro y fuera de España. La única alternativa es la de las terceras elecciones o algo que tenga en la cabeza en señor Sánchez y que desconozco”. El líder socialista “no ha estado receptivo”, ha replicado Rajoy con su ironía habitual a la negativa del líder socialista a su oferta de gran coalición, que sólo dice estar dispuesto a escucharle y prometerle lealtad institucional en los grandes asuntos de Estado.
Sánchez no está dispuesto ni a “intentarlo”, afirma el aún presidente del Gobierno en funciones. Resignado, Rajoy pide que, al menos, no bloquee la formación de un nuevo Gobieno. A cambio, el PP estaría dispuesto a negociar incluso los 8 grandes acuerdos de Estado establecidos el pasado año por el Comité Federal del PSOE.
Sánchez ha rechazado también, según Rajoy, la creación de 4 grupos de trabajo entre ambos partidos para acercar posturas entre sus respectivos programas electorales.
Como casi todo el mundo, Rajoy también sospecha que su adversario político se guarda un carta en la manga, un plan B “que a mí no ha comunicado y por lo que veo a ustedes tampoco”.
Es la gran pregunta desde hace 35 días, ¿de verdad hay un plan B?