Qué duda cabe que es justo y necesario para la crítica valorar a los coletudos según lo que lleven a cabo en el ruedo, sí. Mas no estorba añadir que si, al margen, existe algo excepcional. Cual acontece con De Castilla. Porque en la mañana había actuado en Vic-Fezensac, cortando, ahí sí, una oreja. Y tras acabar recorrió los 700 kilómetros hasta Madrid en un avión, lo que le obligó a vestirse de luces en el propio coso venteño.
Pero no pareció afectarle tanto esfuerzo, porque en su segundo examen dominical, anduvo dispuesto, relajado e inteligente. Inteligente para darle distancia en los cites a su primero, justo de fuerzas, sin obligarle mucho. Lo que no fue óbice para lucirse por ambos pitones -con una tanda última al natural con relajo y tesura-, incluidos los pases de pecho de pitón a rabo antes de dos pinchazos y una estocada desprendida.
El colombiano no dejó pasar su turno de quites y en el segundo de Rafaelillo cuajó uno por gaoneras ajustadísimas. Y luego, obró de similar guisa en el otro enemigo suyo -que al poco de salir saltó dos veces al callejón-, cincelando entre caídas buenos muletazos sin macizar faena, porque era imposible con la condición del burel.
Lo contrario que el colombiano fue Enrique Colombo, también con entrega pero acelerado en exceso en los de su lote, que ofrecían algo más de opciones que el resto y el venezolano desaprovechó, aunque en su primero colocó tres pares de banderillas sin sus habituales ventajas de otras tardes, a las que sí volvió en el que cerró función.
Rafaelillo pasó prácticamente desapercibido, y no por su culpa, sino porque el inválido que abrió festejo llegó a la muleta casi muerto. Algo más le permitió el cuarto, descastado al máximo, pero al que el murciano le robó varios desmayados pases sueltos.
FICHA
Toros de MIURA, desiguales de presentación, con 2º y 3º chicos; nobles con 1º, 4º y 6º descastados; todos cumplidores en los caballos pero flojos. RAFAELILLO: silencio; ovación. JUAN DE CASTILLA: ovación tras aviso; gran ovación. ENRIQUE COLOMBO: silencio en ambos. Plaza de Las Ventas, 19 de mayo, 9ª de abono. Casi lleno (20.794 espectadores, según la empresa).